HOUSTON, Texas. * 25 de marzo de 2021.
] AP.
Tomás Yarrington Ruvalcaba, exgobernador del estado mexicano de Tamaulipas, quien estaba acusado de tener nexos con el narcotráfico, se declaró culpable el jueves en un tribunal de Texas de recibir más de 3,5 millones de dólares en sobornos y posteriormente lavar ese dinero en Estados Unidos.
Yarrington, de 64 años, fue gobernador de Tamaulipas, limítrofe con Texas, entre 1999 y 2005.
En 2013, Yarrington fue encausado en Estados Unidos con ocho cargos, entre ellos crimen organizado, tráfico de drogas y asociación delictuosa para lavar dinero. Estuvo prófugo hasta su detención en Italia en 2017, y posteriormente fue extraditado a Estados Unidos.
En un principio se declaró inocente, pero el jueves, Yarrington cambió su declaratoria en el cargo de lavado de dinero como parte de un acuerdo con la fiscalía, que retiró los otros siete cargos.
Durante la audiencia, Yarrington, quien vestía un traje de recluso verde, sólo habló para responder preguntas de procedimiento de la jueza de distrito Hilda Tagle.
Yarrington había sido acusado de aceptar sobornos del Cártel del Golfo y de permitirle introducir grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos. El acta de acusación también aseguraba que Yarrington se involucró en el tráfico de drogas entre 2007 y 2009.
Sin embargo, el acuerdo de culpabilidad se enfocó en los sobornos que tomó Yarrington de parte de individuos y compañías privadas en México a cambio de hacer negocios con Tamaulipas durante su gobierno.
La fiscal federal Karen Betancourt dijo que el dinero de esos sobornos fue lavado en Estados Unidos a través de la compra de bienes raíces y otras propiedades personales, incluyendo vehículos.
Yarrington ha acordado entregar cualquier participación que tenga en un condominio de la ciudad de Port Isabel, en el sur de Texas, señaló Betancourt. Con el acuerdo de culpabilidad, se desestimó la incautación de otras propiedades que los fiscales intentaban decomisar, señaló Chris Flood, uno de los abogados de Yarrington.
Los fiscales también señalaron que Yarrington recibió sobornos de operaciones comerciales en México y que se hizo de fondos públicos robados que posteriormente fueron utilizados en la compra de un avión privado.
Al concluir la audiencia, Flood dijo que su cliente niega haberse involucrado con organizaciones de narcotráfico y que los detalles del acuerdo de culpabilidad “claramente mostraron que ahora, casi 20 años después, el gobierno se da cuenta de que él no tuvo participación alguna con los cárteles”.
Angela Dodge, portavoz de la fiscalía federal en Houston, rechazó comentar si los fiscales aún creen que Yarrington colaboró con los cárteles o el motivo por el que no se incluyeron cargos relacionados con drogas en el acuerdo de culpabilidad.
De momento no se ha programado una audiencia para su sentencia. Yarrington podría ser sentenciado a entre nueve y más de 11 años en prisión. Los fiscales convinieron recomendar una pena cercana a la sentencia mínima.
Los grupos del crimen organizado se han arraigado desde hace tiempo en Tamaulipas, y Yarrington es uno en una serie de gobernadores del Partido Revolucionario Institucional de México que han sido acusados en casos de corrupción en los últimos años.
Las autoridades estadounidenses también han tratado de extraditar al sucesor de Yarrington, Eugenio Hernández, para que enfrente cargos de lavado de dinero.
El actual gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, que pertenece al Partido Acción Nacional, es investigado por cargos de crimen organizado, lavado de dinero y evasión fiscal.
Otro hombre que fue acusado junto con Yarrington, Fernando Cano Martínez —quien continúa prófugo_, está acusado sobornar a Yarrington a cambio de contratos de obras públicas para su empresa de construcción.