Ricardo Taja | ¿’Chuparroso’ o ‘chapulín’ oportunista?

Después de un papel totalmente gris como regidor del PRD, Ricardo Taja Ramírez brincó al PRI en 2012 porque en el PRI tenía mejor futuro político que en el PRD.

No obstante, casi dos décadas después, tras haberlo obtenido casi todo con el PRI –diputaciones, riquezas, poder, cargos públicos–, Ricardo Taja exhibió el cobre del qué realmente está hecho como político ‘chapulín’, ‘chuparroso’, desleal, oportunista y convenenciero.

Tras haber fallado en dos intentos ser presidente de Acapulco ante dos candidatas de Morena que no tenían nada para ofrecer (Adela Román Ocampo, en 2018, y Abelina López Rodríguez, en 2021) y a las cuales pudo haber vencido si hubiera actuado con «verdadera lealtad priísta» y hubiese defendido su candidatura con decoro, Ricardo Taja optó por buscar la salida fácil: coquetear con Morena y hasta el PT para hallar acomodo luego de las traiciones cometidas a sus jefes políticos que lo catapultaron a la cima del poder. Como no halló eco, Ricardo y su hermano Javier se fueron de coquetos a Movimiento Ciudadano (MC), donde pretendieron tomar las riendas de MC en Guerrero… pero los naranjas también los desecharon. Es más, su misma madrina naranja, Ivonne Ortega, se hizo la occisa para no finiquitar el compromiso de hacerlo dirigente estatal, dicen los conocedores del tema.

Por tal motivo, convencidos por su señor padre, don Javier Taja, ex dirigente de El Barzón, de que se quedaran en el PRI a seguir luchando, en lugar de andar viendo caras donde ‘ni los pelan’, Ricardo retomó su vieja casaca priísta y salió otra vez a intentar buscar lo qué el mismo desechó al intentar seputar de su vida al PRI.

El pasado martes, 11 de enero del año presente, a través de las páginas del peródico El Sur, Ricardo Taja anunció a los cuatros vientos su anhelado sueño de dirigir al PRI estatal en Guerrero, creyendo que el priísmo guerrerense se volcaría a aplaudirle y festejarle su postulación y artimaña para hacerse de la dirigencia estatal como si fuera una orden de enchiladas de mole poblano, sus favoritas… ¡pero no fue así! Solo se ganó las críticas por haber acusado a los dirigentes del PRI de obsoletos.

Acostumbrado a sus berrinches y artimañas para conseguir lo que quiere, Ricardo suscribió de nuevo que son las viejas mafias las que tienen secuestrado al PRI, y con esas palabras se erigió el salvador del PRI Guerrero, argumentado que la gente quiere ver caras nuevas, cuando la de él es una más de las viejas caras que se han valido del PRI para saciar sus intereses personales.

Consciente de que ya no es bienvenido en el PRI por sus múltiples traiciones y oportunismos políicos y tras de haber sido ‘bateado’ de Morena, PT y MC, donde buscaba ingresar como «general», no como ‘soldado raso’, Ricardo Taja dijo que la única forma de que él llegue como salvador del Comité Directivo Estatal del PRI es abriendo el proceso de elección a la militancia… la misma que Ricardo ha dado la espalda una y otra vez y solo utiliza en tiempos electoreros.

¿Olvida Ricardo Taja que él mismo y su hermano han sido copartícipes de los que les gusta estar ‘ordeñando la vaca’, ‘lastimando la marca’, y ‘mamando de la ubre’ del PRI hasta sangrarla?

¿Olvida Ricardo que los Taja no son precisamente lo que el PRI Guerrero necesita para «refundarse» y acabar con las» cuotas de poder» y los «dedazos», cuando él mismo ha sido «candidato de dedazo» en (casi) todos los cargos de elección popular que ha aspirado y ostentado?

¿Olvida Ricardo Taja que el PRI ha estado a la deriva precisamente por la falta de «rostros y liderazgos nuevos» de los que él mismo forma parte?

¿Por qué no les piden los Taja lo mismo a Morena, al PT o a MC, para que les den chance de colarse como ‘dirigentes’, no como ‘militantes’, a ver si los dejan?

No… no son tontos.

Los Taja quieren llegar a la ‘mesa servida’ y al ‘poder’ para ‘repartir el queso’… cosa que los priístas no están dispuestos a ceder a sus caprichos mientras ande de ‘chapulin’ o ‘chuparroso’, coquetenado con todo mundo para darle continuidad a sus aspiraciones personales, nunca los intereses de los partidos donde ha buscado acomodo o anhela dirigir.