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ERNESTO | RIVERA RODRÍGUEZ
) Facebook @Ernesto Rivera
Movidas por demagogos de la intriga y la mentira, olas de rumores ya no son tan silenciosos en los pasillos de la «Casa del Pueblo» y como en todo pueblo los rumores según la costumbre No traen nada bueno.
La peor pérdida de tiempo es detenerse a escuchar a los necios y a los fanáticos, Guerrero no necesita de ellos, pero la administración central arde de inconformidades, envidias y sediciones a punto de convertirse en tragedias políticas o algo más serio, que pretenden empujar al gobierno de Evelyn Cesia Salgado Pineda, a un campo de enfrentamientos estériles e inútiles.
La gobernadora está determinada a impedir que su gobierno y Guerrero participen en esas grotescas pérdidas de tiempo, de eso no hay dudas, y está decidida a separar a los que No sean leales a su protesta como funcionarios, llámese como se llamen y que finjan estar «cerca de ella».
Como escuchamos «el horno no está para bollos», es la incompetencia la que se ha vuelto el principal obstáculo de desarrollo, y es sin duda un cáncer que carcome las instituciones de su gobierno, y el comentario desleal de que «ella no me puso, fue su papá el que me dio el puesto». Grave punto que destaca hasta donde esa expresión se escucha por todos lados, y denigra su figura institucional.
Pese a esas inútiles intrigas palaciegas la gobernadora está dedicada y decidida a forjar un nuevo estatus para Guerrero, un punto que la arropó con gratitud fue su visita a Ixcateopan de Cuauhtemoc, donde mostró ante los restos del último Emperador Azteca, con humildad la grandeza que añora regrese, y no la mutilación inútil y tonta de su pueblo que por el ego, el odio y el resentimiento que lo único que buscan es lograr sus intereses particulares. Guerrero es más grande que ellos y Evelyn lo sabe.