Tercera Vía
ERNESTO | RIVERA RODRÍGUEZ
) Facebook @Ernesto Rivera
Desde ¡Ahí está la nota! hasta su grito desesperado de ¡fue una elección de Estado! Abelina López Rodríguez, alcaldesa morenista de Acapulco, ha mostrado en menos de un año, su seria y peligrosa falta de oficio político y una falta grave de mantener engañado a los acapulqueños con su retórica cuatrotera y su altanería cotidiana.
La simulación la ha convertido en su arma preferida con la escoba en la mano, manteniendo el índice flamígero en culpar al pasado de su desaseo y clara falta de congruencia con la realidad. Esto dentro de su propia ambivalencia de la personalidad que juega con ella de manera seriamente perjudicial para su responsabilidad política y administrativa que ha depositado en su pareja sentimental, Leticia Lozano Zavala, la cual mantiene sobre ella un férreo yugo hormonal, a lo cual se suma un sinnúmero de incondicionales que mantiene incrustados en todas las áreas sensibles del Ayuntamiento.
Su conducta es verdaderamente inusual en la forma de abordar las demandas sociales y urbanísticas que exige de quien o quienes en su momento administran esta gran ciudad y el el resto del municipio, pero hoy la cotidianeidad política se ha vuelto de una ocurrencia total que rompe con todas las reglas de planeación establecidas, si existe algo así en esta administración Municipal, incrustada en una hipócrita austeridad de kermese.
Lo más grotesco de este H. Ayuntamiento es el mamotreto que tenemos como Cabildo, el cuál lo tiene más que comprado, lo tiene en un puño y hasta hoy no hay uno solo de los 20 regidores que ni siquiera se digne decir ¡NO! a una sola de sus quimeras que genera como propuestas, porque simplemente ella hace lo que se le antoja, sin ninguna aprobación del H. Cabildo, contándo con los dos síndicos como sus alfiles, y secretarios a modo.
Por donde se le vea la ciudad y puerto de Acapulco, la más importante del estado navega no en un mar de sargazos, sino en el abandono total, espacio para la libre acción del creciente ambulantaje, la violencia sin freno, los servicios públicos colapsados, la económia no sólo estancada post pandemia, aferrada al comercio informal, y la precaria riqueza que generará otrora la vocación más importante de este destino, el turismo.
Su realidad distopica la motivó a subirse al ring de la competencia política y medir fuerzas con la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, su desastre y derrota político partidista fue de antología, al grado de declarar su derrota como el resultado de una elección de estado, y poco le faltó para expresar que dicho proceso tampoco tenía Chófer. La Gran Farsa continúa.