Epístolas Surianas
JULIO | AYALA CARLOS
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SIN MEZQUINDADES, HAY QUE DECIRLO. A un año de gobierno, hay ejemplos, y muy claros, que quien gobierna Guerrero no sólo le pone interés, sino que de manera directa enfrenta los problemas, atendiéndolos personalmente, y lo que es mejor, buscándoles solución. En este sentido, contra lo que algunos quisieran, hay gobernabilidad en el estado.
Por supuesto, eso no significa que en la entidad todo esté bien, pues los grandes problemas estructurales que tiene el estado desde su erección continúan, aunque con el paso de los años, gracias a la acción de gobierno, unos más, otros menos, se han venido diluyendo. Es indudable que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda está haciendo lo propio.
Sin embargo, ese esfuerzo que realiza no siempre está acompañado por quienes integran su gobierno, o al menos, no se ve públicamente, de tal forma que ha tenido que ser ella la que como coloquialmente se dice, toma al toro por los cuernos, precisamente porque sus funcionarios de primer nivel, los que integran su gabinete, no salen a resolverlos, ya por miedo, por inexperiencia o porque no toman en serio su responsabilidad.
Indudablemente todos, o la gran mayoría, buscan a la gobernadora para que ésta les atienda y resuelva sus solicitudes y quejas, tanto por el trato como por el poder de resolución, lo cual por supuesto que está bien. No obstante, al exponerse de manera directa, no sólo le crea un desgaste, sino que incluso la pone frente al peligro y a ser agredida.
Así ocurrió por ejemplo cuando Salgado Pineda tuvo que reunirse con el magisterio de la Ceteg, cuándo éstos exigían, incluso, el cumplimiento de demandas que están fuera de la competencia del gobierno del estado, de tal forma que al ser rebasado el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, y la nula actuación del titular de la Secretaría General de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, tuvo que acudir la mandataria estatal para atenderlos, pese al ánimo violento de los maestros.
Ciertamente la reunión con los mentores cetegistas calmó los ánimos, pero la gobernadora se expuso a ser agredida físicamente por quienes no son precisamente civilizados, y todo porque Rodríguez Saldaña y Reynoso Núñez no hicieron su trabajo, el primero por haber sido rebasado y el segundo porque consideró que no era su responsabilidad atenderlos.
Otro caso, el más reciente, es el que tiene que ver con lo ocurrido en San Miguel Totolapan. Tras los hechos, tuvo que salir la propia gobernadora a fijar la postura del gobierno estatal sobre la tragedia, pues el secretario general de Gobierno, de nueva cuenta, se hizo “ojo de hormiga”, desentendiéndose del tema, mientras que el también secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez Gómez practicó la “política del avestruz”.
Es decir, tuvo que salir Salgado Pineda a dar la cara, cuando en principio de cuentas era un asunto de seguridad pública y de violencia, y por la magnitud y las implicaciones de lo ocurrido, un tema de política interna; en consecuencia, los secretarios en cuestión debieron dar la cara desde un principio. ¿Y qué puede decirse de la fiscal general del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón? Si bien es una institución autónoma la que encabeza, parece no darse cuenta que forma parte del estado, y como mínimo debe y debería existir coordinación con el Ejecutivo estatal.
Pero no. Con todo y que el objetivo es Guerrero, parece ser que los funcionarios que integran el gabinete estatal no entienden que también tienen poder de decisión y resolución, y que la mandataria estatal es el último nivel, es decir, cuando el asunto está fuera de sus facultades, y se requiera forzosamente su presencia, y firma.
Hay que decirlo. Todos los que integran el gabinete fueron puestos ahí para ayudarle a quien encabeza los destinos del estado. Su función es atender, pero también resolver, los asuntos de su competencia. Para eso están, y no para andar de damas de compañía, esperando que sea la propia mandataria estatal quien salga a dar la cara por ellos.
Claro, el secretario general de Gobierno, el de Educación y el de Seguridad Pública, son sólo tres casos, pero hay más titulares de despacho que tampoco hacen nada, algunos de ellos, ni boletines.
En fin que a un año de gobierno de Evelyn Salgado Pineda, quien el lunes próximo rendirá su Primer Informe, de seis en total, sería bueno una evaluación de los secretarios de despacho, hombres y mujeres, a fin de que se les retire del cargo a quienes simulan o no le están ayudando a resolver los problemas existentes. Un año es suficiente para cumplir compromisos.