LOS ALTOS, Chiapas * 29 de febrero, 2024.
) MCCI
El Consejo Nacional de Fomento Educativo distribuyó materiales educativos con textos en lengua inglesa a los estudiantes de las zonas más marginadas del país. Expertos en la elaboración de libros de texto consideran que es inadecuado para las regiones en que se entregan y que dificultan el aprendizaje del alumnado
n la región de Los Altos de Chiapas se encuentra Oxchuc, un municipio con poco más de 50 mil habitantes. A pesar de que el 52 por ciento de los niños que tienen entre 3 y 14 años no hablan español, sino tseltal o tsotsil, en las escuelas de Conafe en esa comunidad fueron distribuidos libros educativos con textos en inglés.
El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) es la entidad pública que se encarga de brindar educación básica a 316 mil 184 alumnos en las zonas de mayor marginación en el país. La bibliografía que les fue entregada a ellos y a sus tutores explica lecciones como el embarazo adolescente, la Guerra de Reforma, el sistema decimal, el surgimiento del capitalismo y otros temas en lengua inglesa.
La institución responsable de distribuir estos materiales es dirigida por Gabriel Cámara Cervera, un personaje ligado al presidente Andrés Manuel López Obrador por una añeja amistad. Su trayectoria en materia educativa lo llevó a ser consejero para la mejora continua de la Educación, designado por el Senado de la República con mayoría morenista en noviembre de 2019.
Los vínculos entre Cámara y López Obrador se extienden a Gabriela Cámara, chef reconocida a nivel internacional e hija del titular de Conafe, quien fue seleccionada en mayo de 2019 como parte del Consejo de Diplomacia Cultural por su notable promoción de la identidad cultural de México en el extranjero.
Expertos en Educación y en el ámbito editorial enfocado a la elaboración de materiales educativos consideran que se trata de bibliografía inadecuada para los alumnos a los que van dirigidos. Explicaron que se debió tomar en cuenta que las escuelas comunitarias que atiende el Conafe son multigrado -es decir, que un tutor enseña a niños de diferentes grados escolares de preescolar, primaria o secundaria- y que se encuentran en zonas en las que el aprendizaje y la enseñanza del inglés es muy incipiente.
Los especialistas, algunos con más de tres décadas de experiencia en la autoría, edición y desarrollo de libros de texto, explicaron que la bibliografía del Consejo Nacional de Fomento Educativo también presenta falta de rigor en el tratamiento de temas enfocados a las ciencias, en especial las matemáticas, y “brincos” en el tiempo. Por ejemplo, el libro titulado Exploración y Comprensión del Mundo Social pasa de las Guerras Mundiales (1914 – 1945) a la Revolución Industrial (1760 – 1840) y luego a la Globalización (1970).
Entre los requisitos que se requieren para ser educador comunitario del Conafe, se encuentran contar con escolaridad mínima de nivel secundaria, tener “preferentemente más de 18 años” y “se espera que estudie el bachillerato mientras realice la práctica educativa”, así se lee en el portal web de la institución, sin que se mencione como requerimiento entender o dominar el inglés.
Los tutores deben enfrentarse a contenidos con explicaciones en lengua inglesa a pesar de que en el país el conocimiento de esta es limitado. O imparten la educación en comunidades en las que inclusive una minoría habla el español ya que la lengua de esa región es indígena.
Bajo ese contexto, César Giles, investigador del Instituto Belisario Domínguez, aseguró que la decisión de colocar textos en inglés en los libros dirigidos a estudiantes del Conafe muestra carencias en la planeación e incomprensión sobre los propios contenidos que les van a transmitir.
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad accedió a cuatro materiales y los puso a consideración de especialistas en materia educativa y desarrolladores de libros de texto de una de las editoriales más prestigiosas del país.
El equipo de expertos analizó en sesiones de trabajo el contenido de la bibliografía del Conafe e hizo comentarios al respecto. Sin embargo, pidieron mantenerse en el anonimato y también a su casa editorial debido a los señalamientos que han enfrentado por dar su punto de vista al proceso y elaboración de los libros de texto que se distribuyen en las escuelas públicas del país, impulsado por la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP a cargo de Marx Arriaga.
El grupo de analistas revisaron los contenidos de los libros Lenguaje y comunicación, Pensamiento matemático, Exploración y comprensión del mundo social, Exploración y comprensión del mundo natural, los cuales se editaron por primera vez en 2016. Hubo una segunda edición en 2019 y una primera reimpresión en 2021, esta última tuvo un tiraje de 160 mil ejemplares.
Tutorías, el origen de los libros
El 11 de febrero de 2021 Gabriel Cámara Cervera fue nombrado director general del Conafe.
Sin embargo, los vínculos entre el doctor en Planeación Educativa y la institución se tejieron desde años antes.
En noviembre de 2015, el Consejo Nacional de Fomento Educativo adjudicó de manera directa un contrato de 275 mil pesos a Cámara Cervera cuyo objeto fue la “Fundamentación del modelo pedagógico basado en comunidades de aprendizaje”, según expedientes encontrados en la plataforma Compranet.
Una ficha disponible en el directorio del sitio web del Conafe informa que su titular “es fundador de las Redes de Tutoría en México, una pedagogía basada en el diálogo y la colaboración que se implementa en escuelas públicas en México, así como en varios países de la región y el mundo”.
Redes de Tutoría SC es una organización civil fundada por Cámara Cervera que promueve el método de las comunidades de aprendizaje -impulsado por él mismo-, el cual consiste en generar diálogos entre tutores y aprendices con el objetivo de “aprender a aprender”.
La organización también ha celebrado contratos con el Conafe enfocados a establecer su propuesta educativa.
En respuesta a una solicitud de información ciudadana (con fecha del 30 de mayo de 2023), el Consejo expuso que el 27 de julio de 2018 firmó el convenio 09/2018 para “Establecer las bases y mecanismos con el objeto de implementar una red de comunicación e intercambio de conocimiento entre ‘Redes de Tutoría’ SC y el Conafe para fortalecer sus modelos educativos”.
Pese a que la persona solicitante pidió que el Conafe detallara el monto total del acto jurídico, en la respuesta firmada por Héctor V. Robles Vásquez, titular de la Unidad de Transparencia, la institución omitió mencionar la cantidad. Pero informó que la vigencia de los trabajos fue a partir de la fecha de firma del contrato hasta el 31 de diciembre de 2020, por lo que el tiempo que llevó a Redes de Tutoría a cumplir con su obligación fue de casi dos años y medio.
MCCI solicitó una entrevista con Gabriel Cámara Cervera para conocer su postura sobre el método educativo de Conafe y la utilidad de los contenidos en los libros, sin embargo, Pedro Antonio López Salas, director de Cultura, Publicaciones y Difusión, expuso que el titular de la institución tenía una agenda apretada y no podía atender la petición.
¿En qué consiste el método de Cámara Cervera?
En la carta de bienvenida de los libros de texto a los que tuvo acceso MCCI se lee que el material es el resultado de la realización de innumerables tutorías en muchas partes de México.
Sobre este método de aprendizaje implementado en los 33 mil 735 servicios educativos que ofrece Conafe, los especialistas mencionaron que para que esta propuesta sea exitosa, se requiere de tutores con mucha preparación, ya que no se puede aplicar en todo momento y en todos los contenidos; aunado a que los libros de texto de apoyo presentan inconsistencias.
Uno de los pilares de este modelo es el “interés”, lo que se refiere a que “el maestro ofrezca a sus estudiantes solo aquellos temas que domina por haberlos estudiado a profundidad y que cada estudiante elija el que más le interese. Una vez que un estudiante elige su tema de estudio, inicia una línea individual de investigación. A lo largo del proceso, el maestro funge como tutor del estudiante”.
La siguiente etapa es un diálogo sobre el tema elegido en el que se deben plantear preguntas sobre el objeto de estudio que se aborda. Al final, el estudiante deberá exponer todo lo aprendido y es cuando también adopta un papel de tutor.
“Imagínate a un estudiante que termina secundaria o bachillerato contestando estas preguntas. Creo que algunos no van a lograrlo. Y este ejercicio del hacer preguntas que detonen respuestas o aprendizajes es una técnica de lo más difícil, porque se deben plantear preguntas que generen conocimiento y existe esa posibilidad de obtener una respuesta vacía», explica la directora de un equipo editorial enfocado a la creación de materiales educativos.
Con respecto a si los libros de texto pueden garantizar un estándar mínimo de aprendizaje para los estudiantes del Conafe, los expertos afirman que las fallas en la presentación de esos contenidos como la inclusión de textos en inglés puede abonar más a la confusión que a la enseñanza por parte de tutores que en su mayoría no han concluido el bachillerato.
“Los alumnos tienen un libro lleno de errores didácticos y conceptuales que en ocasiones es su único recurso de aprendizaje. Si lográramos que ese niño que no sabe pudiera encontrar en ese recurso una ruta de enseñanza y además conceptos válidos, eso sería de mucha ayuda”, agrega una autora de libros educativos.
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