Los días aciagos parecen perseguir el destino de Guerrero, desde la madre naturaleza hasta lo peor de la condición humana, dónde pareciera qué el destino se propone en enfrentarnos un día sí y otro también a luchar ante la encarnizada realidad.
Pese a ello las palabras de la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, resaltan entre la exigente demanda social y el movimiento de los radicales de su partido que le susurran al oído, y la mantienen permanentemente rodeada en el vicioso círculo de la «salameria», al expresar sin dependencia de nadie, qué «lleva bien puesta la camiseta del pueblo de Guerrero».
Es histórica la frase de la condición de «Soledad qué abruma al gobernante, ante la toma de cruciales decisiones día tras día». Los libros de historia están llenos de esas páginas que se han vuelto memorables y sin lugar a dudas hoy sirven de lección.
Evelyn Salgado es una gobernante qué ha demostrado qué además de no dejarse manipular, se exige en el camino de la gobernanza, separar los tiempos de la reflexión interna para ejecutar las acciones políticas de la gobernabilidad, en la toma de decisiones.
El vil asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, sin duda le caló y dolió muy hondo, cómo igual conmovió no sólo a los chilpaningueños sino a él pueblo de Guerrero, y abarrotó las páginas de los medios nacionales e inundó las redes sociales, quedando su gobierno y su figura en medio de un atroz fuego y ataque sin medida.
Las maledicencias no se hicieron esperar, actuaron pen automático rasgándose las vestiduras del protagonismo sin respetar el dolor y el duelo, empujando a la población al linchamiento verbal y al acoso sin medida.
Con los daños por doquier dejados por el huracán John, la gobernadora cómo ya estaba programado en acercarse a las poblaciones dañadas de la montaña de Guerrero, y entregar personalmente los apoyos materiales y el saludo y abrazo fraternal a sus gobernados, con ello también permitir y dar espacio en la búsqueda de las mejores respuestas ante la catalización natural de los hechos.
El recibir personalmente al alcalde sustituto de Chilpancingo, recién tomada la protesta ante el Congreso del Estado, doctor Gustavo Alarcon, ofreciéndole sus más respetuosos saludos y determinaciones de «jalar» parejo por la capital del estado y su población, mostró cómo lo expresó enfáticamente, qué «trae puesta la camiseta por Guerrero», y lo será hasta el último día de su mandato constitucional.
Tomenla agoreros.
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