El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
] Twitter e Instagram: #MrPapazito
Sí, impresionantes movilizaciones nacionales e internacionales a favor de #TodosSomosAyotzinapa (me deslindo de ese «todos», pues yo sí tengo conciencia, memoria y curiosidad por investigar para normar mis criterios), sin embargo, queda la duda: ¿es el camino correcto, sumarse a una chusma carente de verdad, que pide justicia donde por ley no puede haber justicia, solo aplicación de criterios y la ley, se tope con quien se tope, como dice Enrique Peña Nieto?
¡Alto! Aún no me crucifiquen: ¡Jamás estaré de acuerdo con una masacre, jamás aplaudiré una injusticia, jamás podré palpar el dolor real de un padre por la pérdida de un hijo! Pero, ¿nos sumaríamos en tropel a defender al crimen organizado?
Menos irónico, aún: ¿nos quedaríamos cruzados de brazos si fuéramos testigos del secuestro, robo o amenazas de un amigo, un conocido?
¡Eso es a lo que se dedicaban los muchachos de Ayotzinapa!
¿Pedir justicia a favor de quienes no sabían –deliberamente– de justicia es congruente?
Justo 48 horas previas a los lamentables hechos de Iguala, militares y policías estatales impidieron el robo, el secuestro, de autobuses del transporte público que los buenos muchachos de la Escuela Normal Rural «Isidro Burgos», de Ayotzinapa, aseguran solo querían tomar ‘prestados’ para trasladarse a Iguala y luego a la marcha nacional conmemorativa al #2deOctubreNoseOlvida .
¿Cuantas denuncias penales por «robo, secuestro, ataques a las vías de comunicación» y hasta «homicidio» ha mantenido reservadas la justicia estatal? ¡Hablamos de delitos federales, no del orden común!
Mejor aún, ¿dónde han estado esos padres que hoy lloran la muerte de sus hijos porque que nunca supieron o nunca quisieron intentar educar, aconsejar, para que se alejaran del peligro?
No quiero herir más susceptibilidades, mejor solo me deslindo: «¡Yo también quiero paz y justicia social en Guerrero!», pero con estos antecedentes, #YoNoSoyAyotzinapa… lo lamento.
Y para quienes me han preguntado, respondo: Ángel Aguirre jamás ha intentado coartar mi libertad de expresión ni con «afectos» económicos ni con afectos amistosos.
En 28 años de periodismo activo en medios impresos de circulación nacional, estatal y regionales, jamás nos han hablado de parte del gobierno para decirnos «calla esto», «difunde esto» u «omite esto», como ocurre con el grueso de periodistas acreditados en Guerrero, y eso es digno de respetarle al mandatario estatal.
No obstante, no ha sido fácil, pero tenemos la calidad moral para decir las cosas como tal, sin rayar en apasionamientos ni posicionamientos aventurados, siempre apegados a una ética periodística propia de quienes sabemos escudriñar los hechos y tener presentes que como periodistas no nos corresponde ser jueces, jurados ni verdugos de los acontecimientos políticos y sociales, sino simples interlocutores de noticias, verdades, crónicas y/o sucesos, sin incitar a las masas ni provocar el morbo para ganar lectores ni seguidores.
No, #YoNoSoyAyotzinapa, lo lamento… mi solidaridad irrestricta con el dolor ajeno, pero he expuesto mis razones: si me voy a quedar sin amigos (virtuales, principalmente) ni modo; seguiré agradecido con quienes piensen no como yo, pero al menos con quienes estén dispuestos a anteponer las pasiones y los prejuicios antes de sumarse a una causa a la ligera.
www.efectoespejo.com
Artículo relacionado: Barbarie de Iguala: “Aguirre, ¿ángel o demonio?”