Ceder para ganar…
Un Rapidín
» con Ángel Irra Carceda
] angelirracar@hotmail.com
Dicen, dicen, dicen… que Mario Morena Arcos avanza en la contienda interna de la alianza PRI-PRD por la candidatura común a la gubernatura.
Pero, igual, que Evodio Velázquez Aguirre sigue en chinga para no perderla.
La cuestión aquí es que esa virtual alianza no se fracture al cuarto para las doce.
Lo he citado antes, si no abortan la alianza, salga quien salga como candidato común a la gubernatura derrotarán al abanderado de Morena.
Me parece increíble que hoy, desde las entrañas de Morena, el partido político montado en la Presidencia, que tiene el poder en el país, expulsen olores tan nauseabundos, políticamente hablando, en Guerrero.
Si AMLO no tiene una última jugada magistral en esta jugada de naipes electoral para ganar Guerrero, entonces quedará claro que no le interesa, que no es prioridad.
Hasta ahora como se observa el escenario, parece que así sería, y que su interés estaría en las diputaciones federales, que –eso sí- es su máxima prioridad.
Cosas de la política. Cosas de llegar a acuerdos. Cosas de saber ceder para alcanzar objetivos.
¿Quién puede decir que perdiendo no se gana?
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
AMLO, el presidente PRIANizado
* Por las esperanzas depositadas en él, por el cambio que prometió, por las prácticas presidenciales que tanto dañaron al país, AMLO tiene el compromiso moral de comportarse mejor que Fox, Calderón y EPN.
» Denise Dresser.
] Apro.
Vivir para ver y no creer. El candidato que denunció la intervención de otros presidentes en procesos electorales, ahora quiere intervenir en ellos. El aguerrido opositor que criticó la propaganda política a favor del PRIAN, ahora justifica desplegarla a favor de Morena. El defensor del terreno nivelado de juego para la contienda, ahora pretende alterarlo para beneficiar a su partido.
En el pasado, López Obrador le gritó “Cállate, chachalaca” a Vicente Fox cuando se entrometió en las campañas; en el presente quiere emularlo. AMLO se va pareciendo cada vez más a quienes sustituyó. Con tal de ganar, está dispuesto a violar las reglas. Con tal de construir la hegemonía morenista, está dispuesto a emular las peores prácticas que pasó 18 años acusando. Al reclamar que el INE lo censura, el presidente se está PRIANizando.
Y se aleja del camino y de las leyes que él mismo impulsó. Luego de la turbulenta elección de 2006, López Obrador exigió reformas de gran envergadura para que no volviera a suceder lo que él y el PRD habían padecido: el proselitismo político de Vicente Fox en contra de su candidatura, la cargada de la cúpula empresarial en los medios con el objetivo de impedir su triunfo, la llamada “guerra sucia” a través de los spots “López Obrador, un peligro para México”.
Todo lo que el establishment hizo para frenar su llegada a la Presidencia, incluyendo la violación abierta de la legislación electoral. Todo eso que el INE permitió y minimizó y no sancionó. Todas las irregularidades que AMLO se dedicó a exponer, y que condujeron a la reforma electoral de 2007. Una reforma promovida, negociada y aplaudida por López Obrador, cuyo espíritu actualmente traiciona.
Aquello que AMLO reprobó era el uso del poder para perpetuarse en el poder, marginando a la oposición. Y por eso la reforma de 2007 prohibió la compra de tiempo en los medios por particulares, prohibió la denostación entre partidos, prohibió el uso de la propaganda política por parte del gobierno en turno. Fue una reforma restrictiva, y por esa razón, muy controvertida.
Pero se volvió la ley y obligó a los presidentes a mantenerse al margen de las contiendas, ante el efecto pernicioso de su intervención. Precisamente por la historia de cargadas priistas y desafueros panistas, López Obrador exigió que el Poder Ejecutivo sacara las manos, y se benefició de que a Calderón y a Peña Nieto se las ataran. Buscó callarlos, y logró avanzar políticamente gracias a la mordaza que la autoridad electoral tuvo la obligación de colocarles.
El INE no siempre lograba su objetivo ni lo perseguía con la consistencia necesaria, pero la sociedad demandaba que aplicara la ley, y que los predecesores de AMLO se atuvieran a ella. Por ello, resalta aún más la incongruencia lopezobradorista: como opositor demandó equidad, pero como presidente no le preocupa violarla. Como opositor demandó la aplicación cabal de la legislación electoral, pero como presidente promueve la excepción. Lo que para sus predecesores era presión para someterse a la legalidad, para él es censura. Lo que embestía como propaganda por parte de Fox y Calderón, defiende como “información” por parte de su propio gobierno.
La mañanera será muchas cosas, pero no es un ejercicio transparente ni verificable de información. Tan es así, que la Oficina de la Presidencia se ha negado a proporcionarle al INAI los datos detrás de las afirmaciones presidenciales. López Obrador usa la conferencia para acusar sin pruebas, para atacar a periodistas y a medios como Proceso, para difundir cifras que no se pueden verificar, para tergiversar datos o reclamar que se tienen “otros datos”, para enviar a miembros del gabinete a mentir, para presentar narrativas inexactas o falsas, para justificar errores y resignificarlos como virtudes, para lapidar a enemigos y proteger a amigos, para hacer anuncios que contravienen la Constitución o la normatividad gubernamental. No es una conferencia de prensa, es una simulación.
No es un ejemplo de transparencia democrática, es un abuso de poder. No es un foro para la rendición de cuentas, es una misa. No es un “ejercicio circular de información”, es un ejercicio de genuflexión. Ahí no se informa, se recluta. Ahí no se presenta un panorama honesto del país y de quien lo gobierna, se rinde pleitesía.
La mañanera constituye un ejemplo de propaganda para defender al gobierno y denostar a la oposición. Por esa razón, le es aplicable la veda electoral parcial, marcada en la legislación. No porque el INE lo decida, sino porque la Constitución lo establece. Cuando tomó posesión, el presidente juró respetarla, y no sólo cuando le resultara conveniente.
Como ha argumentado el periodista Javier Garza Ramos, “el debate sobre transmitir la mañanera del presidente López Obrador (durante la temporada de elecciones) se resuelve con una sola pregunta: ¿Quién hubiera apoyado que Peña Nieto transmitiera una conferencia diaria en 2015, o Calderón en 2009, o Fox en 2003?”. Ningún demócrata, ningún miembro de la izquierda, nadie que comprendiera la historia electoral de México lo hubiera permitido.
Por las esperanzas depositadas en él, por el cambio que prometió, por las prácticas presidenciales que tanto dañaron al país, AMLO tiene el compromiso moral de comportarse mejor que Vicente Fox y Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Él, que luchó por desmantelar el predominio del PRI, nivelar el terreno de juego para la competencia partidista, desarmar el sistema de partido hegemónico y transitar hacia una democracia menos disfuncional, no debería impugnar las reglas del juego para morenizarlo.
Clamar “censura” frente al uso propagandístico de la mañanera es justificar para sí mismo lo que no toleró en los demás. Hacer eso es ignorar de dónde viene, quién fue y quién debería ser. Un demócrata y no un presidente PRIANizado.
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
Aprender la lección
» Jacko Badillo.
] #CCEGro.
Hace algunos días me reuní con la diputada federal Abelina López Rodríguez, en quien reconozco dentro del género femenino a una de las principales prospectas a obtener la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Acapulco.
Fue un encuentro muy cordial, ameno pero respetuoso, en donde de manera seria y responsable acordamos ponderar ante todo la unidad dentro del partido, seguir apoyando a los más desfavorecidos y estar muy atentos a la definición del género de la candidatura; es decir, si va mujer o si toca varón, no obstante la definición, seguir trabajando en este gran proyecto que tenemos para sacar adelante a nuestro querido municipio.
La experiencia que nos está dejando el proceso de selección que resultó con la designación del coordinador estatal de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, antesala del nombramiento de candidato oficial a la gubernatura en Guerrero, nos debe enseñar que no es conveniente la llegada al registro de una avalancha de aspirantes, si bien a nadie se le puede negar el derecho de participar, todos en el fondo sabemos quién sí y quién no tiene verdaderas posibilidades, no solo de ganar la encuesta al interior de Morena, sino de ganar la elección constitucional del muy próximo domingo 6 de Junio del 2021.
Ante ello, junto con otros compañeros hemos venido madurando la idea de, antes de que se llegue la fecha de los registros, sostener un encuentro previo con todos o la mayoría de quienes aspiramos servir a Acapulco, y anteponiendo intereses personales, fobias, filias, y dejando de lado mezquindades o caprichos, tratar de llegar a consensos para sólo inscribirse quienes realmente demuestren que están en condiciones de ser competitivos.
Esto que pudiera parecer descabellado realmente encierra mucho en el fondo. Antes que nada, sería un buen mensaje de madurez política de quienes decidamos participar en este ejercicio previo, pero también de unidad y, en consecuencia, de fortaleza. De las experiencias se aprende y está visto que, en el caso de los aspirantes a la gubernatura, no fue buena idea el que se registraran hasta 18, cuando en realidad eran 4 o máximo 5 quienes estaban mejor posicionados, con arraigo, conocimiento y trabajo previo.
El resultado es que, hasta la fecha, es tema de controversia al interior de Morena en Guerrero.
Ha llegado la hora de los consensos, de los acuerdos y de los entendimientos, con la mira puesta en que se trata de coincidir en un gran proyecto para mejorar a nuestro querido Acapulco. Tengo fe en que lo vamos a lograr.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
Vacuna | Una esperanza, pero…
» Jacko Badillo
] CCEGro
La vacuna conseguida por el Gobierno de México en un intento para atacar la pandemia frenando los contagios del Covid-19, debe verse, sí, como una pequeña luz al final del túnel, más no como una solución definitiva a este grave problema que enfrenta hoy nuestro país.
No hay que olvidar que el compuesto aún se encuentra en etapa experimental, pues existen todavía algunas dudas en torno a su efectividad; sin embargo, es indudable que abre una esperanza ante las miles de víctimas mortales que ha dejado y sigue dejando el virus, sobre todo en los adultos y demás población vulnerable.
Es decir, no podemos ni debemos echar las campanas al vuelo pensando que como ya se comenzó a vacunar a algunos sectores la pandemia va a desaparecer como por arte de magia; no, por el contrario, en mi modesta opinión creo que ahora más que nunca debemos de ser empáticos con el esfuerzo que hacen nuestras autoridades y actuar con mayor responsabilidad.
Tener en cuenta, sobre todo, que la vacuna no mata el virus, solamente protege a la persona vacunada aunque no se sabe aún a ciencia cierta por cuánto tiempo, y que si no acatamos las medidas sanitarias como se ha venido recomendando, el coronavirus se va a seguir propagando, con el riesgo de que la situación se vuelva un cuento de nunca acabar.
Por ello la necesidad de insistir en que no bajemos la guardia, que evitemos lo más que se pueda acudir a evento masivos, usar el cubrebocas correctamente, guardar la sana distancia, lavarse las manos adecuada y frecuentemente y utilizar gel antibacterial, y si está en nuestras posibilidades, mantenernos mejor resguardados en casa, que es lo más recomendable.
El gobierno está haciendo su parte, nosotros como buenos ciudadanos, personas responsables, podemos y debemos hacer lo que nos corresponde en esta lucha contra el mal; sólo así lo vamos a lograr.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
Julio Scherer García | Un referente público de libertad
* En su paso por el periódico Excélsior, don Julio rescató la tradición del Siglo de las Luces, continuada por Proceso, que se singularizó por diferenciarse del periodismo servil, recurrente en la segunda mitad del siglo XX y en el umbral del XXI.
» Jorge Sánchez Cordero
| Proceso.
El 4 de junio de 1787, en su discurso de ingreso a la Academia Francesa, el historiador y poeta Claude-Carloman de Rulhière (1735-1791) introdujo uno de los conceptos que serían determinantes en su era y que perviven aun en la nuestra: el imperio de la opinión pública.
La crítica mordaz de Rulhière estuvo enfocada a los innombrables escritores cortesanos, quienes transitaban con facilidad del ridículo al patetismo en aras de complacer al soberano. Ante ello, rescató otra noción que hizo época, relativa a la dignidad de las personas de letras entendida en su sentido más lato.
El énfasis es necesario: ni ellas crearon la opinión pública ni ésta dio origen a los individuos letrados. Existía empero una clara simbiosis entre éstos y la opinión pública. Rulhière sostenía que los escritores e intelectuales debían escribir para instruir, más que para deleitar.
En el siglo de la Ilustración el pensamiento de Voltaire se estimó prometeico, ya que su reivindicación histórica, sociopolítica y filosófica se fundamentó en el postulado de la igualdad política; noción ésta que se consideró como un despojo a los estamentos del Antiguo Régimen. Con las disertaciones de Voltaire como base, era la razón ilustrada, coherente y universal la que podía confrontar al poder. Con ello la narrativa de la res pública se trasladó del púlpito y la realeza a la gente de letras, pero con una naturaleza laica.
Como una consecuencia de ello se inició el ritual de las visitas de los soberanos europeos a escritores e intelectuales como Denis Diderot (1713-1784), Jean le Rond D’Alembert (1717-1783) y Friedrich Melchior, Baron von Grimm (1723-1807), entre otros, primero en forma subrepticia, y después abiertamente y sin rubor, en la búsqueda de un anhelado y halagador elogio (Olivier Nora); ritual que, por cierto, permanece hasta nuestros días.
Al paso de los siglos, la opinión pública sería el germen de la voluntad popular; le correspondería al politólogo y jurista francés Georges Burdeau (1905-1988) distinguir en nuestro tiempo entre la voluntad popular y la opinión pública como una síntesis que se construye de la opinión de los individuos y de la voluntad popular (Jean Marie Denquin).
En su paso por el periódico Excélsior, don Julio rescató la tradición del Siglo de las Luces, continuada por Proceso, que se singularizó por diferenciarse del periodismo servil, recurrente en la segunda mitad del siglo XX y en el umbral del XXI.
Desde su atalaya el periodismo crítico mexicano se desplazó de la domesticidad a la igualdad política, lo que obtuvo a través de la independencia y la autonomía. Para ello hubo que abandonar la abyección y la apología obsequiosas.
En el caso de Scherer García, su oficio periodístico se expresaba con frecuencia de manera osada y con una intensidad paradigmática, a contramano del poder. En esta época, don Julio se convirtió en el epicentro de la libertad periodística, colmada de contenido simbólico y político.
En lo sucesivo, y ya entre pares, las personas de letras y los protagonistas del poder se ocuparon simultáneamente de la res pública. El resultado: un alumbramiento lacerante a raíz del cual la opinión pública recobró la conciencia de su función. El efecto es trascendente: en el espacio público la igualdad política precedió a la igualdad cultural, que se caracteriza en nuestro medio por el acceso libre y democrático a la cultura.
Fue a partir de ese movimiento como en la segunda mitad del siglo XX afloró nuevamente la opinión pública mexicana. En el Excélsior de Scherer García México vio aparecer la crítica punzante de figuras señeras como Daniel Cosío Villegas y Gastón García Cantú, quienes tanto escozor causaron al poder en su momento. A Octavio Paz le abrió el espacio de la revista literaria Plural, pese a las fuertes desavenencias editoriales internas.
El poder político en este país no tenía ni la capacidad ni la voluntad de impulsar el nuevo paradigma periodístico. El statu quo ante petrificado era particularmente inapto para asimilar democráticamente la naturaleza del modelo periodístico libertario que impelió don Julio. Por lo contrario, el poder autoritario –recluido en su canon, con su lenguaje monocromo– recurrió a sus métodos tradicionales: la censura, el acoso y la represión contra los medios impresos capitaneados por don Julio. El efecto inmediato fue la disnea financiera.
Este hostigamiento campeó en México ante el mutismo complaciente de los intelectuales orgánicos, que lo aceptó sin que ello les causara el más mínimo desasosiego o indignación.
En pleno ejercicio de su actividad, don Julio hipostasió rápidamente el periodismo independiente y libre y se erigió como uno de los portavoces legítimos de la opinión pública.
Don Julio estuvo consciente del efecto prometeico de su movimiento, que se caracterizó por su naturaleza disruptiva y emancipadora. Este paradigma es una de las síntesis resultantes de la colisión dialéctica representada por la búsqueda incesante de libertad y la clausura del espacio público.
Impulsor de la sátira política que también acompaña a este semanario, don Julio, con la dosis adecuada de irreverencia propia del género, la fundamentó en la diferencia específica entre la seducción apóstata y la veneración, entre la iconoclasia y la devoción; veneración y devoción que solían ser abrigadas celosamente por el periodismo nacional. A partir de ese momento, protagonistas de la escena pública y sus fijaciones litúrgicas fueron y han seguido siendo desacralizados e irremisiblemente parodiados.
En los libros de Julio Scherer García se difumina la memoria vivida, que es en sí misma la trama de su vida pública, según la frase del filósofo francés Jean Baudrillard (1929-2007) que ha hecho fortuna. Su propósito era evidente: narrar lo inenarrable en sus textos, los cuales, por lo demás, tienen ya una importancia documental y didáctica invaluable para la historia de México y para nuestra sociedad: un legado que por derecho propio se constituye en parte del patrimonio cultural mexicano.
Con don Julio termina un ciclo en la historia del periodismo en México, cuyo quehacer forma parte incontestable de la memoria colectiva nacional. Su obra se inscribe dentro de la mejor tradición periodística mexicana del siglo XIX y milita junto a las de Ignacio Ramírez, El Nigromante (1818-1879); Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893), quien escribía en El Correo de México a la usanza de la época con el seudónimo de Próspero; Guillermo Prieto (1818-1897) como Fidel; Alfredo Chavero (1841-1906) y de Manuel Peredo (1830-1890) como Bonifacio, quienes confrontaron al presidente Benito Juárez.
Probo e insobornable, Scherer García, al igual que su homólogo Altamirano en el XIX, se ufanaba de su austeridad y se vanagloriaba de su vieja máquina de escribir.
Este panegírico pregona el legado de don Julio y parangona la apertura del espacio de libertad con el orden preestablecido. Su memoria se dilata en este espacio –del que despojó al poder– que pervive y se legitima.
Don Julio creó una filiación periodística crítica pero leal a los principios, que supieron resistirse a los redundantes intentos de soborno y amenazas urdidos desde el poder.
Es difícil delinear los sutiles contornos de la silueta ideológica de don Julio, pues ésta se mueve entre la radicalidad y la sedimentación; en todo caso, su centralidad en la historiografía mexicana le asegura permanencia en la memoria colectiva nacional.
En sus disposiciones testamentarias crepusculares, Julio Scherer García se aseguró de privilegiar la preservación del espacio público de libertad conquistado por su movimiento ético-periodístico.
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
‘Affair’ Olea | Los nombres de la traición
Tercera Vía
] Ernesto Rivera Rodríguez.
La confabulación armada desde las sombras por Manuel Añorve Baños y Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, para sacar a Félix Salgado Macedonio, de la candidatura al gobierno de Guerrero, resultó peor que un tiro por la culata, exhibiendo de manera grotesca y aberrante a quiénes de paso «embarrraron» la figura del gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, quienes utilizaron como peon de brea, para lanzar la denuncia al exfiscal Javier Olea, quién no tuvo ningún empacho en arquilarse para detonar el más ruin de los arrebatos e imputaciones en el sentido de que él impidió la detención de Félix Salgado Macedonio por el delito de violación.
Félix Salgado paso a segundo término, y convirtieron al gobernador Héctor Astudillo, en el centro de sus desnelables ambiciones. Manuel Añorve Baños rompió una regla de oro, no escrita de la política mexicana: «no tocar a su superior jerarquíco», en este caso el gobernador.. y se ha puesto la soga al cuello, políticamente hablando.
La «traición del brazo de la corrupción» es la imagen que hoy han labrado a pulso Manuel Añorve Baños y Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, quienes desde la casa del Notario Alfonso Guillén Quevedo, acompañados por el exfiscal Javier Olea, y el escudero de Amilcar, Luis Enrique Ríos Saucedo, urdieron el objetivo Único de esa reunión, al precio que fuere: tumbar la candidatura de Félix Salgado Macedonio, a la gubernatura de Guerrero.
La ambición de estos dos actores políticos les impidió ver lo irreparable de sus sucios acuerdos, desde el punto de vista jurídico, que frente a la postura del gobernador es única, al puntualizar públicamente, «que son delitos contra la administración de la Justicia cometidos por servidores públicos el abstenerse de ejecutar acción persecutoria, cuando sea procedente conforme a la Constitución y las leyes en la materia». Olea faltó a su juramento de cumplir con la Constitución al no realizar una función que le correspondía como Fiscal y No al gobernador, y abundo el ejecutivo del estado, quién además está obligado a demostrar que yo no le instrui, que la motivación del exfiscal es más hábil para el escándalo que para el derecho y está metido en un escándalo y alguien lo está contratando».
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
Alta cerca para el #Toro | Anuncio, obvio, de imposición
Un Rapidín
] Con Ángel Irra Carceda
» angelirracar@hotmail.com «
Félix Salgado Macedonio siempre ha sido un gran canijo. Se ganó a pulso el alias “Toro sin cerca”.
En el terreno político lo tratan (o lo trataron) con cierto tacto. Se le ha conocido, pues, por saltarse las trancas. Así avanzó.
Ahora está peleando la candidatura a gobernador de Guerrero por Morena. Y su discurso subió de tono, a raíz de que -según dice- fue el ganador de la encuesta que definiría al ganador de la disputa interna por esa posición.
Los resultados de su rebelión están a la vista. Al parecer su arrojo nubló la ruta de sus pasos por el terreno tan movedizo de quienes se autonombran dueños de la transparencia. Del evangelio del que manda: no robar, no mentir, no traicionar.
Supongo, y solo supongo, que este toro solo puede ser indultado si rinde pleitesías a quien pretenden darle orejas, rabo, patas y hasta sus entrañas.
Y, además, que los otros aspirantes pongan sus barbas a remojar. Que entiendan que Morena ya tiene candidato, desdedenanates, a gobernador por Guerrero.
El mensaje es claro, desde arriba. Solo fueron llamados para desempeñar un papelito en una obra cuyo final…
Lo grave, me parece, es que en estos momentos hayan filtrado esa denuncia por abuso sexual en contra de Félix Salgado Macedonio.
¿Por qué la filtraron ahora si ya la tenían? ¿Por qué permitieron, para empezar, el registro de Félix Salgado como aspirante a gobernador de Guerrero?
Guerrero es noble pero caliente. Las facturas se cobran. Quienes han llegado aquí en plan conquistador, se pueden llevar una gran sorpresa. Y más si no tejen la reconciliación, y le apuestan a la confrontación.
Y, aguas, porque esa desmedida soberbia, en caso de que ganen, puede llevar a levantar al Guerrero Bronco. Que conste. (angelirracar@hotmail.com)
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
“¡Si no soy yo, les voy a armar un desmadre!”
» Raúl Rodríguez Cortés
] El Universal / Heat Topics.
La facha le hace honor a la descripción que alguna vez hizo de sí mismo: “Soy incorregible, soy impredecible, soy incalumniable… todos los vicios de Gabino Barrera y Simón Blanco me los juntaron… todo lo que digan de mí es cierto”.
Ese hombre de 63 años, el senador con licencia Félix Salgado Macedonio, protagonista de no pocos escándalos y muchas estrafalarias anécdotas, irrumpió el mediodía de ayer en el salón donde Morena daría a conocer el nombre de su candidato a la gubernatura de Guerrero, con esta ruidosa advertencia: “¡Si no soy yo, les voy a armar un desmadre!”.
Un numeroso grupo de apoyo (¿o de choque?) aguardaba afuera de la casona de Chihuahua 216, colonia Roma Norte, que alguna vez fue propiedad de una empresa cuyo socio mayoritario era Jesús Hernández Torres, político cercanísimo a Manuel Bartlett, después casa de campaña y oficina de AMLO, presidente electo y ahora sede del partido en el gobierno.
A su recién designado líder nacional, Mario Delgado, se le salieron los ojos un poco más de lo normal. Su plan era dar a conocer que el candidato sería Pablo Amílcar Sandoval, exsuperdelegado en Guerrero, hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y favorito del dirigente morenista y de su gurú político Marcelo Ebrard. Las encuestas levantadas para la designación daban la ventaja a éste en cinco de los ocho sondeos, reflejo —aseguran sus seguidores— de la estructura territorial que ha construido durante años. Así se los había adelantado Delgado, en reuniones por separado, a Salgado Macedonio y a Luis Walton, los mejor posicionados después de Sandoval.
Las huestes que acompañaban a Félix —experredistas que ven en el exalcalde de Acapulco y hoy senador con licencia la única posibilidad de conservar posiciones en el gobierno— gritaban afuera ¡fraude! Walton, también expresidente municipal del puerto, y Beatriz Mojica Morga, expresidenta nacional del PRD, ya habían hecho saber a Delgado su inconformidad con el resultado.
El líder de Morena tuvo que meter reversa para evitar que creciera otra rebelión que profundizara las fracturas de un movimiento en crisis y anunció la realización de otros sondeos en dos tiempos: el primero, con los dieciocho aspirantes, del que se seleccionarán seis finalistas (tres hombres y tres mujeres) que participarán en el segundo y definitivo, cuyo resultado podría conocerse el 3 o 4 de enero próximos, según estimó otra de las aspirantes, la senadora con licencia Nestora Salgado, cercana, por cierto, a Pablo Amílcar Sandoval.
A éste se le denunció y se le investiga por el presunto uso de recursos públicos para promover su candidatura cuando fue superdelegado en Guerrero, y sus detractores –dicen los que saben– han dado la instrucción de buscarle escándalos que descarrilen sus aspiraciones.
Pero Félix Salgado Macedonio no descuida un plan B con el que además chantajea: ser el candidato del PT y del Verde, lo que rompería la alianza con Morena. Por lo pronto, su objetivo parece ser desacreditar la encuesta selectiva, para lo cual se pinta solo.
De un lado echa mano de haber sido parte del Frente Democrático Nacional en apoyo a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, fundador del PRD, dos veces candidato perdedor a la gubernatura de Guerrero, presidente municipal de Acapulco e incansable apoyador de la carrera presidencial de AMLO. Por el otro, lucha contra lo que el mismo reconoce: “tengo más negativos que positivos”. Algunos escandalosos: un pleito con policías cuando circulaba borracho en su motocicleta, cifras crecientes de inseguridad durante su gestión en Acapulco y su exhibicionismo en el Senado con un reloj Rolex de oro valuado en casi diez mil dólares, unos 200 mil pesos. Y otros estrafalarios, como actuar en una película o componer y cantar para AMLO “La cumbia del Peje”.
Por el método de encuesta, Morena ya designó a siete de los quince candidatos a gubernaturas que contenderán en junio próximo: La exalcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmedo para Baja California; al exdelegado federal y senador con licencia, Víctor Castro Cosío para Baja California Sur; a la alcaldesa con licencia en Álvaro Obregón, Layda Sansores para Campeche; a la exmagistrada Celia Maya García para Querétaro; a la alcaldesa con licencia en Escobedo, Clara Luz Flores; al exsecretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo para Sonora; y a la exsuperdelegada Lorena Cuéllar para Tlaxcala.
Faltan por definirse Chihuahua, Colima, Guerrero, Nayarit, Michoacán, Sinaloa y Zacatecas, aunque en este último estado va como candidato único David Monreal.
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS
Un ‘slogan’ llamado 4T-Morena
Tercera Vía
» Ernesto Rivera Rodríguez.
La trilogía no robar, no mentir, no engañar, como postulados del actual régimen de gobierno, guía ideológico cuasi religioso, lo han convertido en un constructo de marketing político al mejor estilo de un comercial televisivo, con un escenario que el imaginario popular tiene bien claro en la actual desilusión de quienes debieron de concretarla para los que solo fue y es un nuevo «modus operandi» y «modus vivendi».
Colocados en el espejo de la historia aún por escribir como viva experiencia de lo inocultable, ha resultado hasta grosera la política del Movimiento-Partido Morena, cuyo dueño maneja a su antojo e interés personal, este jueves pasado mostró que Mario Delgado Carrillo, su empleado con cargo de presidente del CEN de Morena, no es más que eso, un empleado que recibe y acata las órdenes de Palacio Nacional sin chistar. Antes se daban desde Los Pinos. Alguna diferencia?
El chiste se cuenta solo, el leer el boletín enviado por Mario Delgado es un monumento a la estupidez humana pretendiendo ocultar lo inocultable, su incompetencia y lealtad a ciegas…una plana de supuestos argumentos que la realidad hace añicos de inmediato…un insulto a la inteligencia, a su propia militancia y en primer grado a los aspirantes que confiaron en la convocatoria emitida por su propio partido y que este mismo se la paso por «debajo del arco del triunfo»
Estamos ante una más de las pruebas del maxi casicazgo que se pregona todas las mañanas, desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional, No mentir, No robar, No engañar…que el mismo pisotea con sus kafkianas decisiones y dónde la pureza étnica morenista se hace pedazos como en el caso de la selección de la ex alcaldesa del municipio de Escobedo N.L., con toda una vida en el PRI, que tenemos a la vista lo negado permanentemente hace tiempo por Yeidikol Polevski, lograr el «PRIMOR» en la realidad, que hoy en el caso de Guerrero, busca imponer su terquedad al pretender ungir a Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, cómo candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, cuando en todas, lo que se dice todas las encuestas no alcanza ni el tercer lugar, ante un fuertemente posicionado Félix Salgado Macedonio, seguido de Luis Walton Aburto…
Que han desatado el dúo AMLO-Delgado? ‘Despertar al Guerrero bronco» sin lugar a dudas, por una supuesta y sacada de debajo de la manga, paridad de género…Por sus actos los conoceréis.
- Published in Libertad de Expresión, OPINIÓN Y ANÁLISIS