El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
La imposición de Xavier Olea Muñoz como Fiscal General de Guerrero demuestra dos verdades que son del dominio público:
1.- El poco poder que tiene Héctor Astudillo para decidir sobre su gabinete, asunto que lo que lo lleva a cometer torpeza tras torpeza.
2.- La supremacía de Manuel Añorve detrás del Poder Ejecutivo de Guerrero.
Con esta imposición, Añorve controla las mejores áreas de poder económico y social de Guerrero: Desarrollo Social (a través de su hijo, Manuel Añorve Aguayo), Comunicación Social (mediante su mozita de estoques, Érika Lhürs Cortes), Administración y Finanzas (bajo la batuta de su incondicional amigo de antaño, Héctor Apreza Patrón)… y ahora la Fiscalía General del Estado (con su leal abogado de cabecera).
Acertadamente sostiene la diputada local de Morena, María de Jesús Cisneros Martínez, que la imposición de Olea “exhibe el (verdadero) poder político de Héctor Astudillo Flores«.
Con imposiciones como estas, el exalcalde y diputado federal Añorve Baños poco a poco va menguando la sombra del otro personaje que gobierna detrás de la quijotesca imagen de Astudillo, a saber, René Juárez Cisneros, que a la par con Añorve hacen y deshacen de Astudillo y su gobierno lo que mejor les viene en gana… y Héctor, obvio, no le resta más que desplegar abnegación y presteza a la voz de sus amos.
¿ACERTADA NOMINACIÓN?
Sobre si fue correcta o incorrecta la elección del nuevo Fiscal General de Guererro, al respecto, debe saberse que Xavier Olea, mejor conocido en Tabasco y el Distrito Federal como «El Defensor de Delincuentes VIP», ha sido abogado de figuras delincuenciales muy prominentes, como Raúl Salinas de Gortari.
El nuevo fiscal que salvaguardará a los guerrerenses de las garras del narcotráfco y el crimen organizado, no obstante, cuenta con una averiguación previa de parte de la Procuraduría General de Justicia de Tabasco por “fraude, peculado y uso de recursos de procedencia ilícita”, junto con José Manuel Saiz Pineda, ex tesorero de Tabasco, quien actualmente se halla preso, junto con el exgobernador tabasqueño Andrés Granier Melo, por delitos similares que pesan sobre el distinguido Fiscal General de Guerrero al servicio de Manuel Añorve y su santo patrono, Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora, acusado de sostener vínculos con el narcotráfico, lo mismo que el exalcalde de Acapulco, según declaraciones directas de José Rubén Figueroa Smutny, ex diputado local del PRI y ex aspirante a presidente municipal de Acapulco durante la recién pasada contienda electoral.
Y por si esto no bastara, debe destacarse que Xavier Olea también fue defensor incansable de Juan Manuel Moro Ávila, asesino material del periodista Manuel Buendía, según recuerda el diputado federal por el Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja.
Sí, acertó usted bien su comentario: “¡Dios nos agarre confesados a los guerrerenses!”
www.efectoespejo.com
