El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
* Caso «Masacre de policías en Zihuatanejo»
* ¿Los mariachis callaron?
Si todos cobráramos directamente en la Oficina del Gobernador para que no nos detecten las auditorías o filtraciones de datos en Comunicación Social, como los que critican a los que censuran la amenaza directa del Gobierno del Estado contra la libertad de expresión, relativa a la masacre de policías en Zihuatanejo, el pasado 18 de abril, ‘quizá’ no habría tantos periodistas «aldeanos» y/o nadie escribiría estupideces contra el gobernador. Cualquier atentado velado o directo a la libertad de expresión sería, de hecho, para todos los jilgueros de Astudillo, un «ave María» o de parte del Gobierno del Estado… aunque, obviamente, no dejaría de ser un «canto de sirenas» para atrapar incautos.
No obstante, así es la realidad… así es la «teoría de la libertad de expresión» en Guerrero.
Lamentablemente, no es lo mismo ver las cosas desde la óptica periodística que desde la antesala de la simulación periodística. Sin embargo, sigue siendo muy respetable la óptica de cada quién; cada quién ejerce su libertad según sus intereses y necesidades.
Para concluir el tema, fuera del contexto del «morbo» y el supuesto «respeto a las víctimas», a que tanto apela el Gobierno del Estado para sustentar su prohibición a la difusión del video explícito de la masacra de policías en Zihuatanejo, donde, de paso, el de la ‘voz cantante’, que a sí mismo se identifica como “El 40” o “El Chivo Loco”, lanza un reto bufónico al gobierno para que vuelva enviar emisarios policíacos a su territorio, ¿y si retamos a la Fiscalía y la Policía Cibernética para probar la teoría del respeto a libertad de expresión en Guerrero?
¿Quién, en Guerrero, se atreve a publicar el video?
Anteriormente, ¡hasta en los mejores diarios de los llamados «grandes» se publicaban (y publican) fotos de civiles y hasta policías descabezados o descuartizados a todo color y 8 columnas,… y a diario las páginas y portales locales especializadas en narcocrimen publicaban ejecuciones explícitas y nadie abogaba por las víctimas, solo les importaba el ‘rating’, los ‘likes’, la popularidad o el morbo.
¿Qué pasó ahora? ¿De pronto se esfuma la libertad de expresión, como por arte de magia? ¿De pronto ya hay moralidad, ética y principios en el periodismo policíaco?
Algo no cuadra… ¿hay o no libertad de expresión en Guerrero?
¿O el miedo a tentar al Diablo hace que de pronto en Guerrero se respete la libertad de expresión, pese a la advertencia y sanciones del Gobierno del Estado sobre la difusión de la masacre de policías en Zihuatanejo?
Figueroa tuvo su «Aguas Blanco», Ángel Aguirre su «Charco», Zeferino su «Caso Chavarría»… ¡ya le faltaba a Astudillo una masacre que difiriera de su «orden y paz» que tanto cacarea!
¿No sera ese el meollo del asunto? ¿Levantar una »cortina de humo’ en torno a la masacre de policías en Zihuatanejo, para que el Gobierno de Astudillo salga avante de la ola de violencia e ingobernabilidad inocultables a nivel mundial?
En las masacres de «Aguas Blancas» (28 de junio de 1995) y «Acteal» (22 de diciembre de 1997) difundieron las imágenes explícitas de los campesinos con el famoso «tiro de gracia». En el video se apreciaba la
sangre y los sesos escurriendo por sus cabezas… ¿debe entenderse que cuando se trata de campesinos si se puede exhibir la barbarie, se pueden exhibir sus cadáveres, sin que haya problemas con el «respeto a las víctimas» ni la apología de la violencia, pero cuando se trata de servidores públicos o personas al servicio del Estado, entonces sí difundir la barbarie constituye un delito?
Total. «Milenio» y «Proceso» ya difundió el video, pero alguien va salir a la defensa que «Milenio» es «Milenio» y que «Milenio» y «Proceso» se haya fuera de la jurisdicción de Guerrero, donde no aplica la advertencia del Gobierno del Estado contra todo medio que difunda material audiovisual de la masacre de policías en Zihuatanejo.
¿Pero en Guerrero?
Si hay libertad de expresión, y si la «advertencia» del Gobierno del Estado no va dirigida a periodistas, sino a los mensajeros del «Chivo Loco», como alegan los ultradefensores de Astudillo, por qué en Guerrero no existe un solo valiente que difunda el video?
Los defensores de Astudillo argumentan que el «Comunicado» difundido ayer para prohibir «cualquier material audio visual que atente contra los derechos de las víctimas, haga apología de la violencia y contribuya a la revictimización» va dirigido a los «mensajeros» del crimen organizado involucrados en la matanza de policías en Zihuatanejo, pero dicha palabra –mensajeros– no se haya ni se percibe o interpreta en ninguna línea del comunicado.
Más bien, se afirma que «no se tolerará su difusión POR NINGÚN MEDIO DE COMUNICACIÓN» (mayúsculas propias)». Y luego se advierte: «El Gobierno del Estado ha solicitado la intervención de la Fiscalía General del Estado y de la Policía Cibernética para localizar el ORIGEN de su difusión, así mismo procederán acciones legales contra QUIENES divulguen contenidos de naturaleza violenta».
Está claro que el término o frase «ningún medio de comunicación» es aplicable a medios escritos, electrónicos, radiofónicos, audiovisuales, digitales y alternativos (redes sociales).
A menos que el Gobierno del Estado se RETRACTE y haga la ACLARACIÓN pertinente sobre su ADVERTENCIA, el ultimátum es claro, objetivo, preciso, contundente. Es más, abarca parejo. «el mensaje va dirigido para quienes originaron la filtración como para quienes reproduzcan el material. Más claro no puede estar el comunicado. (¿Será que el ‘chayo’ o el temor nubla los ojos de algunos?)
Ahora bien, si el comunicado no dice lo que quiso decir y su advertencia no es atentatoria a la libertad de expresión ni va dirigida a periodistas, ¿por qué tanto temor periodístico a hacer uso de su libertad de expresión?
¿Quién dice yo, en Guerrero?
¡Esa sería la mejor manera de comprobar si los que critican al gobernador son «estúpidos» o «aldeanos» o si los que lo adulan tienen la razón!
En lo personal, optaré por seguir del lado estúpido del periodismo aldeano. ¡Se siente ‘gacho’ estar atado de manos o ‘jilguereando’ todos los días dentro de una jaula de oro!
«La jaula, aunque sea de oro, no deja de ser prisión», dice bien la canción…
Al respecto, con estas líneas defiendo mi causa, mi perspectiva, según la lectura real del «Comunicado» del Gobierno del Estado, pero respeto la opinión o sentir de los demás.
A nadie ofendo llamando «chayotero», ni acuso a nadie de reptar por miedo a perder su ‘chayo’ tanto en Comunicación Social como «Casa Guerrero». Pero del bando contrario sí nos llaman ‘estúpidos’, ‘aldeanos’, por negarnos a ver que no hay censura ni amenazas en el «Comunicado». Pero igual, paz, respeto.
Solo respeto, punto. ¡Y eso es bastante!
¡Felicidades a quienes disfrutan #Guerrerolandia!
Es Quanto.
Buen día.
#Next!
P.D. Sin daños a terceros…
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VIDEO: MASACRE DE POLICÍAS EN ZIHUATANEJO
El siguiente material se reproduce con sus respectivos argumentos y créditos y con la tonalidad tendiente a inhibir porcentualmente el morbo del contenido.
