Había un periodista que decía: “Voy a provocar a los guaururas del gobernador” o “me voy a tirar bajo las ruedas de su camioneta: ¡me tomas foto y video: Voy a sacarle un chingo de dinero al pendejo!… y lo logró: hoy ese periodista tiene una casa de tres pisos; dos camionetas de lujo con valores superiores a los 600 mil pesos cada una, usa computadoras y teléfonos móviles de Apple con valor promedio de 20 y 35 mil pesos, usa perfumes de marca, tiene como 7 tarjetas de crédito, compra en las mejores tiendas departamentales… vive como rey, cobra 90 mil mensuales en el gobierno del estado por un portal que bien pagado valdría 5 o 9 mil pesos.

 Actualmente muchos siguen su escuela, provocan y se dejan golpear o asaltar para cobrar por llevarle al gobierno la “fiesta en paz” 150 mil pesos, o pagan para que les ‘roben’ o desaparezcan sus carros para que el gobierno les ayude a adquirir uno mievo… está difícil ejercer el periodismo en Guerrero: no se sabe quienes mueren o son agredidos por su deber o quienes lucran hasta con sus vidas por unas monedas.

Nuestra solidaridad con Bernardino Hernàndez, freelance de la revista «Proceso» y la agencia foroperiodìstica «Cuarto Oscuro».
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