Ángel Miguel Blanco

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Mi enemigo no es Trump, no me gobierna, no me da de comer ni calza ni viste a mi familia… el pleito tampoco es conmigo. No tengo razones para manifestarme en su contra, no tengo deseos de saltarme el muro ni promover la Inmigración ni a USA ni a ningún otro país. Y aunque New York es una de las ciudades que más me placen, no pierdo las esperanzas de visitarla, con o sin Trump, con o sin muro de la discordia, con o sin Peña y su pleito casado el señor de los «pelos de elote».

Este día queda demostrado que no cabe duda que los mexicanos si podemos hacer un cambio en México… si quisiéramos. Esa marcha organizada contra un presidente de otro país hubiera estado más espectacular y congruente si hubiera sido contra los saqueadores de nuestras riquezas y los explotadores u opresores de nuestro pueblo, junto con el Presidente oportunista y elitista que ha contribuido, como muchos de sus antecesores, al éxodo de mexicanos en busca de condicionas de vida que en México son mero espejismo.

Unámonos, mexicanos, pero primeramente contra la ignorancia, después contra las causas injustas… pero en nuestro país, no el ajeno. Cortemos la mala hierba de raíz, matemos a la serpiente por la cabeza, no por la cola, dejemos de ser candiles de la calle y oscuridad de nuestra casa; gritemos al unísono en las calles, no cobarde y placenteramente a través de las redes sociales… y que «chingue su madre» quien después de sentir rabia por la opresión de su raza no acuda al llamado de «Patria, libertad».

Yo, como ciudadano, me apunto…

Alguien más!»?