Ángel Aguirre acusa a Peña de desechar su versión sobre #Ayotzinapa
Lidia Arista
CIUDAD DE MÉXICO. * 17 de septiembre de 2019.
] Expansión.
El exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, acusó al expresidente Enrique Peña Nieto de negarse a conocer la versión de su gobierno sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Este martes, Aguirre Rivero, su exprocurador de justicia, Iñaki Blanco Cabrera, así como el presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, sostuvieron una ríspida reunión con los padres de los estudiantes y sus abogados en la Secretaría de Gobernación.
Ángel Aguirre acusó que en la administración federal pasada no se les permitió dar su “versión” ni apoyar en la investigación sobre lo ocurrido la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014.
“Por primera vez se nos invita, no nos habían escuchado a la instancia del gobierno estatal. El entonces presidente Peña Nieto se negó a recibirme para que conociera mi versión ¿Por qué? Porque le dijeron es un asunto de carácter local, allá que lo resuelva el gobernador. No dimensionaron la magnitud de esta tragedia”, dijo en entrevista con la prensa tras la reunión.
“Hubo una motivación política, que es muy lamentable. ¿Cuál es la razón por la que primero se nos quitó el caso? Puedo entenderlo por la trascendencia de este asunto, pero lo que no puedo entender es que ni siquiera se le haya permitido a la Fiscalía de Guerrero, encabezada en ese tiempo por el licenciado Iñaki, que fuéramos coadyuvantes, cuando es justamente el exfiscal quien sienta las bases de esta investigación”, agregó.
El exmandatario guerrerense defendió el actuar inmediato de su gobierno frente a estos hechos y las indagatorias posteriores.
“Yo hice lo que lo que considero que debía haber hecho un gobernador, prueba de ello es que las únicas detenciones que se dieron el día de los acontecimientos fue las que llevó acabo Iñaki Blanco, procedimos a desarmar a la policía municipal, rescatamos a más de 60 jóvenes que se encontraban desaparecidos y que podían correr la misma suerte que los 43… La mayor parte de quienes fueron consignados por el entonces procurador, ninguno ha salido porque nunca hubo tortura y porque los expedientes fueron debidamente elaborados”, señaló.
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Fiscal carnal para el «caso Iguala»
El Asalto a la Razón
Carlos Marín
cmarin@milenio.com
] LD Digital
Lo que resulte del caso Iguala no será decidido por las instancias mexicanas constitucionales.
De Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa (dependiente de la Fiscalía General de la República), cabe confiar en que cumple los requisitos (son ocho) para ser desde antier agente del Ministerio Público Federal. El principal: es licenciado en derecho (“expedido y registrado legalmente, con la correspondiente cédula profesional”, como establece la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su artículo 52, reglamentaria del 21 constitucional) por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. También tiene maestría en derechos humanos y democracia.
Su experiencia en investigaciones penales y procuración de justicia no es la de su licenciatura, sino la que tomó en su posgrado (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y que ha practicado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las oficinas de México, Honduras y Guatemala del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en este tema y como secretario ejecutivo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.
La responsabilidad que asumió es cuestionable porque carece de experiencia en asuntos penales, investigaciones criminales y procuración de justicia (el caso Iguala no solo es de desaparición y asesinato tumultuario, sino de delincuencia organizada), pero sobre todo porque su actividad profesional ha sido más que nada política, lo que hace dudar de la imparcialidad y buena fe que debe guardar como Ministerio Público.
El GIEI al que sirvió, vale recordar, se fue de México después de no aportar algo significativo al esclarecimiento de los hechos; sembró sospechas y aventuró conjeturas y presunciones sin sustento a partir de descalificar lo verificado por peritos de la extinta Procuraduría General de la República, del Equipo Argentino de Antropología Forense y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; en síntesis: negar que hubo quema de al menos 21 cuerpos en el basurero de Cocula.
Con su designación se satisface una de las principales demandas de los familiares de los normalistas, quienes han exigido el nombramiento de un fiscal más bien a modo, y qué mejor que alguien que trabajó para la única instancia en que confían. En otras palabras, la reactivación del caso Iguala se pone en manos de los padres y familiares (víctimas secundarias), de las organizaciones rolleras que los representan, de lo que fue el GIEI (cuyos miembros regresan a formar parte de la llamada Comisión de la Verdad luego de haber fracasado en la investigación) y de la CIDH.
A lo que se llegue, pues, lo habrá decidido una estructura supranacional, frente a la cual todas las instancias nacionales que según la Constitución tienen las facultades para investigar tanto los crímenes como las violaciones a los derechos humanos (Fiscalía General de la República y CNDH) quedan valiendo poquitito más que un cacahuate.
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