Igor Pettit: El pequeño monstruo del periodismo y la diversidad sexual de Guerrero
El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare
] Efecto Espejo
Comenzaré este tema con una petición que hace tiempo me hizo una amiga de Igor Pettit, que desconocía de la amistad de antaño entre el autor de estas líneas y el consagrado “pequeño monstruo del periodismo y la diversidad sexual” en Guerrero: Manuel Castillo Jaimes.
“¡Aléjate de ese ‘maricón’ divo y oportunista!”, me dijo con marcado dejo de odio y rencor. Es más, bloquéalo de Facebook, como yo lo hice. Es un tipo odioso, revoltoso; a todo mundo le cae mal. ¿No sé por qué lo toleras? ¡Hazme caso, me lo vas agradecer!”.
Tas analizar los prejuiciosos comentarios de esta persona no pude más que determinar que hasta la luna envidia al sol porque su resplandor es tan imponente y majestuoso que hasta un plenilunio (eclipse lunar) no es lo mismo sin el fulgor del llamado “astro rey”.
De Igor Pettit puedo dar testimonio de muchas cosas, pero una sobresale entre tantos mitos y leyendas que mantienen a Manuel Castillo Jaimes en el sitio que solo le corresponde a los héroes, después de muertos, porque Igor Pettit se ha ganado ese sitio a pulso, en vida, y con sudor y lágrimas, que a muchos de los que lo siguen les consta.
PERIODISMO Y DIVERSIDAD SEXUAL
Activistas de la diversidad sexual en Guerrero hay muchos, pero si algo hay que reconocerle a Manuel Castillo Jaimes, el controversial periodista y connotado líder guerrerense de la comunidad LGBTI (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersexuales), es que tantos años de lucha (40, para ser precisos), parece que finalmente rinden frutos.
Igor Pettit podría ser el primer representante popular de la diversidad sexual en el Congreso del Estado el próximo año, y su elección no estará en entredicho, ya que es así como se conquista el verdadero éxito: con lucha, sudor, lágrimas y sacrificios. Manuel Castillo Jaimes reúne todos los requisitos para ser postulado por cualquier fuerza política que lo requiera. Pettit no solo cuenta con arraigo y presencia estatal, sino con capital humano que garantiza triunfo histórico y apabullante.
De Igor Pettit han aprendido muchos pseudolíderes de la diversidad sexual que, una vez que se sienten autosuficientes, se han segregado para formar clubes y grupos disidentes que más tardan en integrarse que disolverse, por la falta de inteligencia y experiencia que no se adquiere imitando a Manuel Castillo Jaimes, sino a base de lucha, entrega, pasión y coraje que Pettit le sobra.
Haber sido tomado en cuenta para que hiciera uso de la palabra en la pasada Asamblea Estatal del Partido Revolucionario Institucional para hablar de la diversidad sexual, haber conseguido que PRI y PRD, dos partidos políticos con identidades diferentes coincidan en la creación de una Secretaría de la Diversidad Sexual, es un triunfo que ni los mejores imitadores de Igor Pettit lograrán en sus efímeras vidas, y todo porque a estos pseudolíderes les falta ingenio y talento para dejar a un lado las envidias, las insidias, la grilla barata, los prejuicios, las descalificaciones, para ponerse a trabajar en pro de la emancipación y los derechos de su comunidad, con verdadero espíritu filantrópico, que fue el sendero que decidió tomar Castillo Jaimes, en lugar de ponerse a llorar y maldecir por los tropiezos y piedras que le ponían en su camino.
¿Ha valido la pena luchar más por su comunidad que por él mismo?
Manuel Castillo Jaimes responde sin pensarlo: “¡Ha valido la pena!”, dice ufano. Y no dudaría en seguir luchando 40 años más por su comunidad y los grupos vulnerables de Guerrero, si tuviera otra vida extra para ofrendarla al periodismo, su comunidad LGBTI, sus amigos y sus ideales, añade satisfecho.
Igor Pettit, que en francés significa “Pequeño Monstruo”, ha dado tal caracterización a su nombre de batalla que su genial monstruosidad lo ha llevado a conquistar bastiones de la diversidad sexual en diversos países del mundo. México, Estados Unidos y Europa conocen a Igor Pettit.
En la política nacional, políticos de renombre de diversos partidos hablan y conocen a Igor Pettit, conocen su lucha, su trayectoria, y son ellos quienes avalan el hecho de que en Guerrero podría ser un excelente representante popular de la diversidad sexual en los ámbitos donde se le requieran, sobretodo en el Congreso del Estado, donde hace falta alguien que legisle a favor de la comunidad LGBTI; que conozca sus necesidades, que haya vivido y sufrido las discriminaciones y prejuicios en carne propia… nadie mejor que Manuel Castillo Jaimes para llevar a ese “pequeño monstruo” que lleva dentro al mundo legislativo de su estado.
Para quienes piensen que estas líneas son auténticas zalamerias que relfexionen un poco: Ángel Blanco es un periodista rebelde, imparcial y apartidista; un “lobo estepario” que reconoce la moraleja del principio “honor a quien honor merece”. Manuel Castillo Jaimes, Igor Pettit, me merecen ese respeto y honra que a muy pocos compañeros y amigos del periodismo les confiero.
Con Igor Pettit hemos vivido los sinsabores del periodismo, las ingratitudes políticas, pero si no fuera por eso, Igor Petti y Ángel Blanco solo fueran simples conocidos del periodismo, si la amistad más que fraterna que los une en tiempos buenos y malo.
Mi entrañable afecto, Igor Pettit (Manuel Castillo Jaimes).
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