José: Las facturas de la vida
Crónicas Diacrónicas
] El Bujo Chiripero
Esperó eternos 10 minutos frente a las puertas del Cabildo, tragando saliva, nervioso y entusiasmado.
Se pasaba la mano por el pelo. sin perder de vista su objetivo.
Levantaba coordinadamente los pies, como si estuviera cansado por la espera. Se remojaba los labios con la lengua y volvía a tragar saliva, como si se tratase de algún tic nervioso.
Llegado el momento, abrió su rasgados ojos a todo lo que da. Cual perrito faldero dejó a flor de piel sus expresiones… solo para que David Martínez Mastache, dirigente estatal del SUSPEG, pasara de prisa y solo le diera una palmada en el hombro, dejándolo con la mano semiextendida.
Allí comprobó José Cruz Sánchez que todo se paga… tarde, pero la vida cobra sus facturas.
José Cruz Sánchez ha sido una especia de cacique usurero en la Sección 19 que aglutina a los trabajadores de Saneamiento, que finalmente despertaron y supieron elegir un lider que los viera como humanos, no como esclavos. No había quincena que los empleados de Saneamiento no desfilaran en las oficinas de José Cruz a pagar abonar o pagar los intereses de los préstamos extraordinarios con que su ex líder usurero se los granjeaba para reelegirse.
Fue gracias a la usura y corrupción que imperó en los regímenes de Cruz Sánchez que Pedro Salazar Blas y un grupo de seguidores, a principios de los años 90, se segregaron de la Sección 19 para integrar un sindicato independiente que más tarde sería reconocido como la Sección 56 del SUSPEG.
En medio de conflictos y revueltas por la repulsión contra José Cruz, éste finalmente fue derrocado pero logró imponer a sus esbirros al frente del sindicato que seguía siendo manipulado ya no solo por Cruz Sánchez, sino hasta por la familia de este.
Afortunadamente, la elección de Humberto Piza Perez fue la correcta. José Cruz, aunque no ha sido desechado como miembro de la Sección 19, aun vive el descrédito.
José Cruz Sánchez fue regidor en el periodo de Manuel Añorve Baños. No obstante, pese a haber llegado al poder municipal bajo el amparo del PRD siempre se empleó como leal alfil del alcalde priísta.
En el aspecto laboral, se convirtió en peor enemigo de sus compañeros sindicales, a quienes traicionó una vez más al grado de velar primero por su familia, esbirros y amantes, a quienes basificó con la venia de sus compadres Añorve Baños y José Luis Ávila, exsecretario de Finanzas.
Su esposa, hijos, esbirros y hasta amantes (dicen), sin derechos sindicales, ahora son parte de la incosteable nómina que pagan los acapulqueños.
El jueves 28 de febrero, al finalizar la entrega de los estímulos a la permanencia de empleados con 25 y 30 años de antigüedad, José Cruz quiso aparecer en todas las fotos… pero la cruda realidad le hizo ver su suerte. Aunque se puso en la fila de atrás del presídium y se paró al lado de su líder estatal los reflectores definitivamente no quisieron ni voltear a verlo. Debió ser duro su «crujir de mandíbulas y rechinar de dientes». Debió ser duro secundar las ovaciones y aplaudir a su sucesor, después de que tuvo todo en sus manos y lo dejö perder por la avaricia.
Tarde o temprano la vida cobra sus facturas.
Él presume ser parte del Comité Central Ejecutivo del SUSPEG… quizá sea tiempo de que alguien le diga que lo mandaron a la capital del estado porque en la Sección 19 solo causa lástima y desprecios.
www.efectoespejo.com
- Published in Jiribilla Costeña