Alfiles de #SanAmilcar agreden al Gobernador y boicotean inauguración de Hospital de Cruz Grande
] CRUZ GRANDE. * 20 de agosto de 2020.
| Acapulco Press.
Lo volvió a hacer.
Había sido el ‘autor intelectual’ de los abucheos a Héctor Astudillo durante la visita del Presidente de la República a Tlapa, el 11 de enero de 2019.
Hoy, de nuevo los índices apuntaron hacia el delegado federal en Guerrero, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, durante la inauguración fallida del Hospistal Comunitario de Cruz Grande, donde al gobernador del Estado, Héctor Astudillo Flores, le insultaron, le aventaron agua y salió ileso, tras evadir un botellazo que buscaba estrellarse en su rostro.
No fue difícil vincular a los rijosos manifestantes con Morena y Pablo Amilcar.
Los propios manifestantes proporcionaron nombres y vínculos de los cabecillas con el delegado federal la Secretaría del Bienestar.
Dos de ellos resultaron muy cercanos a San Amilcar.
Demian Miranda Morales. director técnico y comercial de MAATI Guerrero, organismo de apoyo a las MIPYMES, dependiente de la Secretaría del Bienestar, y Eloy Rodríguez Felipe, médico cirujano y activista de Morena, son promotores activos de Pablo Almicar Sandoval a la gubernatura de Guerrero y realizan labores directas para la Secretaría del Bienestar, bajo el mando del delegado federal en cuestión. Algunas de sus cuentas de Facebook están plagadas de propaganda a favor de Pablo, en otras se enaltece a Eloy como futuro presidente de Florencio Villarreal.
De hecho, estos mismos ‘personajes’ habían estado azuzando a sus seguidores para esparcieran rumores sobre el abandono social que los tiene el Gobierno del Estado, específicamente en materia de salud; asimismo, habían promovido el boicot al acto inaugural del hopistal comunitario por meras diferencias ideológicas, ya que Cruz Grande es bastión de Morena y Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, ‘Siervo de la Nación’ a quienes ‘militantes y simpatizantes de morena de esa región de la Costa Chica ‘idolatran’ y quieren de gobernador el próximo año.
Las versiones no son inventos. Fueron vertidas por los propios manifestantes que –sin cubrebocas ni sanas distancias, ni cualquier otra medida sanitaria contra la pandemia del Covid19– se arremolinaron frente al inmueble que iba a ser inaugurado por el Gobernador Héctor Astudillo, a quien entre ligeros empellones, insultos, vociferaciones, demandas incoherentes y rociadas de agua y un botellazo, impidieron entregar el tan ansiado hospital exigido desde hace casi una década.
Un grupo de personas identificadas como militantes de Morena irrumpieron en el acto inaugural del Hospital Básico Comunitario del municipio de Florencio Villareal (Cruz Grande) y lanzaron agua e insultaron al Gobernador Héctor Astudillo Flores, a quien posteriormente intentaron agredir lanzándole una botella que el mandatario logró esquivar, evitando así una tragedia que pudo derivar en un delito grave contra los enardecidos morenistas que, sin cumplir con las medidas sanitarias ni el debido respeto a la investidura del mandatario estatal, se aglutinaron para impedir el evento en medio de gritos, insultos y consignas sin coherencia, ya que el Gobernador del Estado iba a inaugurar, precisamente, el hospital que tanto habían solicitado desde hacía casi una década.
Cabe destacar que, pese al recibimiento, Héctor Astudillo convocó al diálogo a los manifestantes, pero ninguno de sus líderes accedió a la cortesía. Seguían exigiendo atención médica, medicamentos, pero impidieron la entrega de un hospital complemente equipado, con capacidad para atender a unas cinco mil personas, y al cual el gobierno federal –emanado de Morena– había aportado 17 millones de pesos para terminarlo y echarlo a andar, luego de estar en el completo abandono desde la administración del perredista Ángel Aguirre Rivero, quien gobernó Guerrero durante el período 2011-2014, y ser rescatado por el Gobierno de Héctor Astudillo, el cual invirtió los 90 millones de pesos programados para su funcionamiento.
Lamentablemente, el asalto al inmueble y la interrupción inaugural por parte de personas vinculadas a Pablo Sandoval y Morena dejó temporalmente sin servicios de salud a la población de Cruz Grande, en tanto los rijosos pablistas no acepten el diálogo ofertado por Gobernador Astudillo para conocer sus demandas, pues hasta el momento solo exigen un hospital y servicios médicos, pero sin permitir –incoherentemente– que la actual administración les entreguen el recién inmueble de dos pisos restaurado por el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal.
Pablo anda ‘rabioso’.
Desde Palacio Nacional se ha filtrado la confirmación que no tiene la bendición presidencial para ni candidato ni gobernador de Guerrero, pero su trastorno de poder lo hace confundir su deber como ‘siervo de la nación’, como delegado federal de la Secretaría del Bienestar… y como político con vocación y servicio.
Así no #SanAmilcar. Así no se ejerce la política.
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