DOS BOCAS, Tab. * 27 de junio de 2019.
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La semana pasada, Pemex presentó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la Refinería Dos Boca a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). En esta se advirtió que, como un efecto colateral a las actividades y maniobras de preparación del sitio de la nueva refinería, se generaría un efecto adverso en la fauna.

De acuerdo con los sitios de monitoreo, se identificaron miles de animales en la zona destinada para la construcción de la planta, en Paraíso, Tabasco, lo que posiblemente causaría la disminución de especies animales adaptadas a las condiciones actuales y, por ende, una alteración de los patrones de movilidad de la fauna terrestre.

La MIA, hecha por el Instituto Mexicano del Petróleo, dio a conocer que en un muestreo realizado del 13 de marzo al 1 de abril, en total se identificaron más de 4 mil 239 individuos de 119 especies de 53 familias de mamíferos, reptiles y aves que estarían en peligro por la construcción de esta refinería.

Las aves serían las más afectadas, pues del total de las especies, 3mil 303 individuos, entre colibríes, pelícanos blancos y zanates, quedarían en peligro. En segundo lugar se encuentran los anfibios, con 334 individuos; en tercero los reptiles, con 294 y finalmente los mamíferos, con 116 ejemplares.

Lo más preocupante de todo es que del total de los ejemplares identificados, 27 de ellos –pertenecientes 25 especies– se encuentran en riesgo de desaparecer o en peligro de extinción. Estas son: oso hormiguero, mono aullador, zorrito platanero, puercoespín, nutria, culebras bejuquilla, perico e iguana negra.

Otros riesgos para el medio ambiente

El documento también advierte que el terreno donde se construirá la planta presenta un peligro por impacto de fenómenos naturales como erosión de playa, riesgo sísmico, volcánico e inundaciones.

«El área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía».

Y ya que el predio se encuentra cercano a un cuerpo de agua intermitente, advierte la MIA, la construcción de cimentaciones, edificios y la colocación de concretos hidráulicos, serán una barrera permanente en la infiltración debido al cambio de las condiciones edafológicas (de los suelos), así como en la dirección y velocidad del flujo hidrológico superficial.