Podredumbre en la Línea 12 del Metro
Durante al menos cuatro meses, un equipo de reporteros de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revisó más de 15 mil páginas de documentos –algunos de ellos hasta ahora desconocidos– e identificó nuevas irregularidades en la construcción del tramo de la Línea 12 del Metro que se desplomó la noche del 3 de mayo de 2021. En esta cobertura especial se presentan algunos de los hallazgos relevantes, a un año de la tragedia en la que fallecieron 26 personas.
» Iván | Alamillo / Mauricio | Rubí
] MCCI
La revisión a miles de documentos que no son públicos hasta ahora, a los que tuvo acceso MCCI, así como el cotejo de información pública, reveló anomalías en procesos de construcción en tramos a cargo de Grupo Carso, así como la “sustracción” de bitácoras durante el periodo de obra de la Línea 12, y la “pérdida” de un registro de cadena de custodia sobre pruebas clave en uno de los peritajes externos que se ordenaron realizar para conocer por qué la noche del 3 de mayo del 2021 un tramo entre las estaciones Olivos y Tezonco colapsó de manera estrepitosa.
Entre los miles de documentos a los que accedió y pudo revisar MCCI durante al menos cuatro meses, como parte de esta investigación periodística, se encuentra el registro de bitácoras de la obra de construcción de la Línea 12 en los años 2008-2012, en las cuales se dejaron plasmadas alertas de omisiones e irregularidades en tramos al frente de Grupo Carso, como la subcontratación de empresas sin las certificaciones requeridas, falta de varillas en cabezales, inconsistencias en fabricación de trabes y pernos faltantes en estructuras.
Un año y nueve meses antes de la inauguración de la L12, Carso fue advertido por IAC, la empresa supervisora de la obra, sobre la falta de colocación de pernos que unirían las losas de concreto con las trabes de acero en el intertramo Olivos-Tezonco, el mismo que una década después colapsaría.
Asimismo, un oficio de marzo del 2011, enviado al director de Construcciones de Obras Civiles menciona que los representantes del consorcio constructor presentaban fotografías de otros tramos y hasta “truqueadas” para probar que algunas incidencias habían sido atendidas.
A inicios del 2010, el consorcio también tuvo que demoler una de las columnas que soportaría la estructura del intertramo Zapotitlán-Nopalera debido a una diferencia entre la ubicación de los pilotes, el cajón de cimentación y la columna, la cual tenía desviaciones.
La Línea 12 ha costado más de 22 mil millones de pesos construirla; unos 300 millones se han destinado –al menos– en mantenimiento a través de empresas particulares; y unos 1,900 millones se habrán gastado en reparaciones a finales de este 2022 (si se toma en cuenta el estimado de Carso de 800 mdp por reparar el tramo colapsado).
Es la Línea más joven de toda la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro, con menos de diez años de antigüedad, pero durante su historia, dos veces ha permanecido cerrada durante meses por fallas graves, lo que ha derivado incluso en acusaciones administrativas, penales –y algunas políticas– en contra de decenas de exfuncionarios capitalinos. Hasta ahora, sigue pendiente la resolución penal por el colapso del 3 de mayo del 2021, que dejó 26 personas sin vida y casi 100 heridas.
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