Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, ¿gobernadora de Guerrero?
De Frente
] Miguel Ángel Mata Mata
1.
Según dicen que, en Así lo dice La Mont/Adelanta sucesión en Guerrero:
“Quinteta morena: En noviembre 2020 Morena contará con su candidata (o) al gobierno de Guerrero, cargo que se definirá mediante paridad de género por lo cual la nominación será para la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo o la senadora Nestora Salgado Romero”.
El famoso columnista, a quien agasajaba el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero con viandas, atenciones y muchos, pero muchos apapachos, la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional para el estado de Guerrero en el 2021, será entregada a una mujer.
De ser así, Luis Walton, Félix Salgado y Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, debieran retirarse de la jugada… a menos que se practiquen la famosa operación jarocha.
¿Quién pagó la gacetilla al señor Lamont? ¿Quiéééén?
2.
Sin embargo.
Cacique, derivada de cakchiqueles, se usaba para nombrar en Centroamérica a los jefes políticos de las tribus. En el Popol Vuh, el libro que narra la historia de los quiches, un pueblo guatemalteco, podemos encontrar este mismo vocablo.
Antes de los españoles, se llamaba cacique a la máxima autoridad de una comunidad aborigen, con sus variantes en cada región pues, recordemos, en aquel tiempo no existían las naciones con como las conocemos hoy.
En la colonia el cacique fue el intermediario entre el gobierno virreinal y las comunidades de indios. Luego de la independencia, casi se diluye esa figura que usaba inclusive, para su toma de decisiones, el asambleísmo.
La figura renace con Juárez y Díaz, quienes inventaron a caciques no indígenas e indígenas, siempre y cuando fueses ricos. Durante la Revolución Mexicana, nacieron cacicazgos regionales famosos: en el Sur, Zapata y los hermanos Figueroa fueron caciques.
En la época pos revolucionaria se mantuvieron caciques industriales y sindicales: ahí estaban Gonzalo Nicanor Santos, en San Luis Potosí o Joaquín Hernández Galicia, en Tamaulipas. Ni qué decir de Fidel Velázquez.
En el México del siglo pasado han sido familias las que han encabezado cacicazgos políticos-familiares-regionales: Los Figueroa se mantienen como tales lo mismo que la familia Cárdenas de Michoacán.
¿A qué viene todo esto si hablamos de la sucesión de gobierno de Guerrero en 2021?
Simple: con el gobierno de la Cuarta, ha aparecido un cacicazgo familiar en Guerrero.
¿Quiénes son los caciques de la Cuarta?
4.
Guillermo Sheridan publicó, en Letras Libres, en 8 de julio 2016 singular artículo:
“Hace unos días, celebré aquí que a pesar de haber trabajado para tantas instituciones que según ella son las responsables del avasallamiento neoliberal y neocapitalista de México, la “izquierda mexicana” haya perdonado y acogido en su digno seno al científico social John Ackerman.
¿Quién es él?
Para los costeños y tropicales seguidores de las noticias políticas, les refrescaremos la mente: Ackerman fue quien armó un escándalo durante el proceso electoral pasado en Tixtla, Guerrero.
¿Por qué allí? Porque ahí nació su esposa, Irma Eréndira Sandoval ballesteros.
5.
Seguimos con la cita tomada del artículo de Sheridan. Recordemos que el artículo fue escrito en julio del 2016:
Y a su esposa (a quien Ackerman suele referirse como “la distinguida académica” o “la destacada activista”), la Dra. Irma Sandoval Ballesteros, también científica social, quien hace poco fuera democráticamente elegida por AMLO en persona como diputada para la Asamblea de la CDMX.
Desde que bailaron en la selva lacandona, estos científicos sociales todo lo hacen al alimón. Si el curriculum del científico social Ackerman registra que ha sido asesor del Banco Mundial, el de la distinguida académica dice que ella también es asesora del Banco Mundial.
Si Ackerman es asesor del United Nations Program for Development (UNPD), la diputada es asesora. Si Ackerman es asesor del National Endowment for Democracy (creado por Ronald Reagan), también es asesora la destacada activista. Si Ackerman es asesor de Global Integrity, del Budget Accountability Project y del Open Society Institute (de George Soros) también es asesora la diputada. Y si Ackerman ha sido “consultor” de la cámara de diputados de México, pues tambien lo ha sido su esposa.
Habrá que suponer que también es una casualidad que el Instituto para México y los Estados Unidos de la Universidad de California (UC MEXUS), que coordina el otorgamiento de becas con el CONACyT, haya becado a la vez al científico social Ackerman y a la distinguida académica Sandoval.
6.
Sigue la cita:
Curiosas casualidades.
Una casualidad más curiosa aún es la que ocurrió en 2006, cuando la pareja de científicos sociales acababa de descender recién doctorada de California para ingresar al alimón a la UNAM como investigadores: ella al Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), y él al Instituto de Investigaciones Jurídicas (a pesar de no ser abogado).
Pues ese año 2006, Irma Sandoval fundó y dirigió en el IIS el “Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia”. Lamentablemente ha desaparecido su página web, ingeniosamente llamada http://www.xn--corrupcin-d7a.unam.mx/ , donde se narraba que ese laboratorio recibió un donativo de medio millón de dólares del Banco Mundial con el que organizó una “Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia”. La sesión inaugural fue presidida por un director del Banco Mundial y la “Primera conferencia magistral” fue dictada por la Dra. Susan Rose-Ackerman, becaria también del Banco Mundial y suegra de la directora.
7.
Más de la cita:
No son casualidades infrecuentes. Por ejemplo, en un libro que coordina John Ackerman en 2008 y que se titula Más allá del acceso a la información.
Transparencia, rendición de cuentas y estado de derecho (en línea), sin mencionar los parentescos, incluye un “provocador texto” y “excelente análisis” de su esposa la Dra. Sandoval, así como un “texto seminal” firmado por su padre, el Dr. Bruce Ackerman.
Y desde luego, cuando la Dra. Susan Rose-Ackerman coordina un libro como Comparative Administrative Law (en línea) escoge como colaboradores a su esposo el Dr. Bruce Ackerman, a su hijo el Dr. John Ackerman y a su nuera la Dra. Irma Sandoval. (Seguramente todo esto estuvo objetivamente arbitrado.)
Tal eficiencia familiar puede rebasar a la familia inmediata. Ya una vez me referí a otra casualidad, a saber: que el Lic. Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros había sido elegido en 2002 para el programa “World Fellows” de la Universidad de Yale cuyo objeto es formar “líderes globales”. Según esta página, la Universidad de Yale tuvo que elegir a dieciséis personas entre miles de candidaturas. Y bueno, pues el licenciado Pablo Amílcar Sandoval resultó ser uno de esos dieciséis.
8.
La cita aún es citable:
De acuerdo con esta nota de la Universidad de Yale, los elegidos son profesionistas que cuentan con una experiencia promedio de “entre 5 y 15 años”. ¿Qué experiencia tenía Pablo Amílcar Sandoval en 2002, a sus 28 años de edad? Según la página, era “Director del Grupo Legislativo del PRD”.
Y “curioser and curioser” –como dice Alicia en el país de las maravillas– puesto que en el comité de selección figuraba el Dr. Bruce Ackerman, padre del Dr. John Ackerman, cuya esposa, la distinguida académica es hermana del Lic. Pablo Amílcar Sandoval.
El Lic. Pablo Amílcar se pasó cuatro meses en Yale, suficientes para agregarle a sus curriculums la frase “estudios de posgrado en Yale”. Es encomiable su modestia, pues esta otra página de Yale, pero ahora de 2005, pone de nuevo como becario a Pablo A. Sandoval, pero ahora ya con el título “J.D.” (es decir, Juris Doctor).
El Dr. Pablo Amílcar se convirtió en un líder global de tal magnitud que, luego de sus meses en Yale, prestó durante 10 años sus servicios como “asesor” del PRD en el senado (esos asesores que cobraban entre 80 y 100 mil pesos al mes). Luego, para ser aún más líder global, dejó astutamente al PRD y brincó a Morena, cuyo órgano colegiado de gobierno (el Lic. AMLO) lo postuló a la gubernatura de Guerrero, donde se alzó con menos del 3% de la votación.
9.
Uf, cita inagotable. Sigue:
Y bueno. Aquí debo decir algo con toda claridad: no se trata de nepotismo, esa cosa horrible contra la que han escrito todos los miembros de las familias Ackerman y Sandoval. No. Lo que sucede es simplemente que, en su lucha contra la falta de transparencia y los conflictos de interés y la corrupción y el nepotismo, todos ellos, ¿qué le vamos a hacer?, son los mejores.
10.
Ésta es la familia del nuevo cacicazgo en Guerrero. Así que, si la presidente municipal de Acapulco pretende convertirse en candidata a gobernadora bajo la simplista fórmula de la paridad de género, le tenemos malas noticias: antes que ella aparece la señora esposa del científico Ackerman.
NO es con gacetillas pagadas a columnistas de la Ciudad de México como se usa el trampolín de la alcaldía de Acapulco para llegar a la gubernatura.
La mejor fórmula la puso Zeferino Torreblanca Galindo: excelencia en la administración municipal, es la mejor fórmula para llegar a gobernador, aunque, éste último, decepcionó como tal.
11.
Caciques ejercen cacicazgos y conjugan de la mejor manera el verbo caciquear en beneficio propio.
¿Alguien lo duda?
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CAPAMA: Ni defensas reptilescas ni ofensas profanas
* El vital negocio político del agua potable
EL Brujo Chiripero
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La cruda realidad económica de los municipios
El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
El problema de recursos en todos los ayuntamientos de Guerrero (y el mismo Gobierno del Estado) no es la crisis. Culpar a la famélica economía que azora el país es como culpar al crimen organizado y al narcotráfico de los muertos por pulmonía, sida, hepatitis, suicidio, ‘susto’ o infartos, etcétera, etcétera.
El problema financiero de «casi» todos los gobiernos (démosles el beneficio de la duda a algunas administraciones) se llama
«N–Ó–M–I–N–A» (así, entre comillas, deletreado y en mayúsculas y negritas).
Amigos, compadres, parientes, amantes… todos ellos conforman la larga lista de aviadores que saturan las nóminas municipales (y del estado). Y no hay gobierno, por honesto y transparente que se se autodenomine, que esté «libre de pecado» al respecto.
En Acapulco, Zeferino Torreblanca, Luis Walton, solo por citar ejemplos de políticos que se jactaban o se jactan de honestos y transparentes, contribuyeron con sus cuotas de aviadores que hicieron y siguen haciendo incosteables las nóminas debido a que muchos de sus recomendados aun cobran no solo como «empleados imaginarios», sino como sindicalizados… y algunos sin desquitar sus salarios desde 9 mil a 12 y 14 mil pesos mensuales como «asesores» o «auxiliares administrativos». Todo ello sin contar a algunos periodistas de radio, prensa escrita y medios nacionales, que cobran también como sindicalizados pero siguen ejerciendo su oficio periodístico, «muy quitaditos de la pena» (algunos, aclárese).
Y si esto no bastara, todavía hay que añadir a los burócratas que trabajan, a la vez, para el gobierno del estado e, inclusive, también para el gobierno federal, es decir, para los tres niveles de gobierno en el mismo horario, la mayoría de los casos. A todos ellos los mantienen los impuestos ciudadanos.
El perredista Félix Salgado Macedonio (2005-2008) heredó al priísta Manuel Añorve Baños (2009-2012) una nómina mensual de «$40 millones, 327 mil 306 pesos y 76 centavos».
Manuel Añorve Baños (2009-2012), a su vez, heredó al entonces convergente (hoy de Movimiento Ciudadano) Luis Walton Aburto una nómina mensual de «$66 millones, 220 mil pesos y 08 centavos».
Luis Walton Aburto (2012-2015), quien se jactó de ser un político honesto y transparente, y que para ganarse popularidad y la confianza ciudadana exhibió –fallidamente, aclárese, porque no quiso o no pudo darle continuidad al caso– los saqueos de Añorve, dejó al actual presidente perredista, Jesús Evodio Velázquez Aguirre, una nómina mensual de «70 millones, 267 mil pesos y 82 centavos».
En todos los casos, como puede apreciarse, lejos de disminuir la exhorbitante carga económica, cada uno de los expresidentes citados contribuyó a elevar el número de empleados municipales… o mejor dicho, «aviadores», porque la mayoría de todos ellos jamás desquitaron un centavo por sus percepciones.
En las nóminas oficiales de las administraciones de Salgado Macedonio y Añorve Baños es donde pudo detectarse el mayor número de «parientes» y «amantes» con salarios desde 12 mil hasta 25 mil pesos mensuales, así como algunos asesores políticos que llegaron a cobrar «69 mil pesos mensuales» solo por ser amigos del presidente… sin devengar un minuto de trabajo.
Las cosas no han cambiado mucho.
El problema de la actual administración es el mismo.
Tanto el gobierno del estado como los municipios (por muy «pobres» o «marginales» que se autodenominen) padecen este problema.
Analizando esta triste realidad, no hay ni habrá dinero presupuestal estatal o federal que alcance para cubrir las grotescas nóminas municipales.
En tanto las autoridades correspondientes no den atención especializada a este fenómeno, va a ser imposible que algunos ciudadanos nos creamos el cuento ese de que la crisis nacional afecta la solvencia económica del estado y sus municipios.
Si se depuraran las nóminas con equidad y justicia, poniendo a trabajar a los «empleados imaginarios» y liquidando o despidiendo a los que les gusta que los «mantenga el gobierno» a cambio de nada, no habría problemas con aguinaldos, prestaciones, el SAT y los proveedores.
Como siempre, su opinión, apreciable lector, es la que cuenta.
Nos leemos cuando nos leamos.
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