Yoshio Ávila | A lo grande, en las grandes ligas, y por grandes sueños
E d i t o r i a l
) Acapulco Press
Cuando todos suponían que, tras de haber abandonado Morena para buscar la presidencia de Acapulco por Movimiento Ciudadano (MC), Yoshio Ávila González había cavado su tumba… sorpresivamente colocó al partido naranja como segunda fuerza política en el municipio, logró tres regidurias, y con sus 43 mil 289 votos obtenidos dejó abierta la puerta para una revancha que, si todo funciona, «¡#HayYoshio para 2027!».
En tres años ya no estará el ‘Carnal non grato de Acapulco’, Marcelo Ebrard, detrás de una imposición cupular; ni habrá más Abelina López para reelegirse ni para que se interponga en una elección limpia donde todas las posibilidades –hasta ahora– se inclinan ante el llamado «Chico Maraviyoshio»… en lo que los otros partidos desempolvan o sacan de las mangas rotas de los chalecos a un buen candidato que asuste a Yoshio o Morena.
A muchos les causará sorna y sonará descabellado que Yoshio Ávila siga con los ánimos en alto y aferrándose a una ‘chispa de suerte’ que políticamente lo mantiene con vida y le favorece, pero fiel a su estrategia de figurar siempre con políticos de grandes ligas, el «Chico Maraviyoshio» se mantiene en el gusto de personajes allegados a la esfera del poder presidencial… y el poder de esos niveles pesa y cuenta.
Para que Esthela Damián Peralta, subsecretaria de Seguridad Pública federal y encargada de la Estrategia de Seguridad Nacional en Guerrero, además de una las pocas mujeres muy cercanas a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sostenga que «Yoshio Ávila es un joven preparado que trabaja por nuestra bella tierra del sur«, ¡o debe conocerlo bien y apreciarlo mucho o de verdad Yoshio resalta por encima de aquellos políticos experimentados que sienten que merecen la gloria pero no hacen nada por destacar, más que suponer que por el nombre de pila deberían ser nominados y aceptados por la sociedad sin poner a prueba sus cualidades políticas y humanas.
En 2024, Miguel Torruco Garza, exdiputado federal, excoordinador general de voceros de Claudia Sheinbaum y actual director nacional de Promoción al Deporte y Bienestar de la Secretaria de Educación Pública (SEP), dijo entonces que Yoshio Ávila representaba «el verdadero cambio generacional de Acapulco«, y que pese a su juventud le delegaba «toda su confianza», porque solo con él se aspiraban nuevos aires de democracia y bienestar para al puerto a merced del abandono y el olvido.
Hablar solo de dos personajes que cuentan con la plena confianza de la Presidenta de la República y se identifican plenamente con Yoshio Ávila habla bien, demasiado bien, del excandidato de MC al gobierno de Acapulco.
A lo largo de su trayectoria política, el joven oriundo de los barrios histórico del puerto, ha dado de sí a su semejante, sin hacer caravanas ni aspavientos políticos, lo que ha hecho que Yoshio se gane no solo el cariño y admiración de gran parte de la población, sino su respeto.
El joven Ávila ha sabido tener el temple y la sangre fría para sobrellevar las criticas y detracciones de aquellos que se sienten dioses a los que el pueblo debe aclamar y, no obstante, se sienten ‘suplantados’ por la imagen de un Yoshio Ávila que, sin hacer ruido, avanza, no rodeado de políticos mediocres y cuestionados, sino de figuras de grandes ligas que se codean con las cúpulas en lo más alto del poder presidencial.
Algo que hace destacar a Ávila González es el hecho de que sabe dominar su temple, sabe en qué momento salir a los reflectores y en qué momento guardar silencio, sin perder de vista sus objetivos.
Es posible que se le vea en 2027… quizá no en busca de la gubernatura –que es un derecho constitucional de todo mexicano–, pero sí posiblemente de una diputación o la mismísima presidencia de Acapulco, de nuevo; mientras esos proyectos se cocinan, Yoshio sabe que solo habría que analizar bajo qué colores, pues aunque MC representa la segunda fuerza política en el municipio más importante de Guerrero, no es el momento ni es ese lugar que ostenta como fuerza política garantía de triunfo. Una alianza también sería un suicidio, eso lo sabe hasta el brother Ramiro Solorio y el neomorenista Carlos Granda, quien bajo la casaca de Morena tendría posibilidades de ser el candidato de ese partido, pero sigue estando muy «pollo» a lado de Yoshio Ávila y Solorio Almazán.
Cual fuere el caso, una cosa es segura: «Yoshio Ávila está vivo y será un candidato fuerte a vencer si decide hacerse presente en las elecciones del 2027».
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