Sr. Ortega:

Por consenso, los editores de Efecto Espejo acordamos donar, en acto solidario con la crisis económica que agobia a su gobierno, los 7 mil pesos (con IVA incluido) que su vocero, Domingo Misael Habana de los Santos, pretendió ofrecernos para que colaboremos con la dignificación de su imagen, antes de aclararnos que si la pasada administración nos había otorgado publicidad, que le mostráramos el contrato publicitario firmado para que él pudiera medio respetar ese acuerdo, de lo contrario nos atuviéramos a las nuevas políticas de Comunicación Social a su cargo, de recortar al 50% todos los contratos, si es que queríamos formar parte de los proveedores publicitarios del gobierno de Rogelio Ortega, quien personalmente envió y autorizó el recorte de convenios y las nuevas políticas para contratos de publicidad.

Dicha acción de Habana de los Santos solo puede interpretarse como un acto de venganza contra nuestro director general, Ángel Miguel Blanco, por no haber accedido años antrás a una propuesta indecorosa de 500 pesos para que se dejara practicar sexo oral y (1,000 pesos) por el acto sexual completo, con poses eróticas diversas, con la utilización de juguetes sexuales que tenía en su clóset, más una enfermedad venérea como premio, pues cínicamente le admitió a nuestro director estar infectado con gonorrea, pero le dijo que no se preocupara, que «con una inyección de Penicilina se (le) quitaba».

Debe aclararse que ya se sostuvo un diálogo personal con Habana de los Santos, tras el adeudo publicitario devengado durante el mes de noviembre, pero este dijo que si Efecto Espejo quería ese pago que le hiciéramos llegar un nueva factura por «7 mil pesos, con IVA incluido», si no, que lo pensáramos, que esos 7 mil pesos «ahí (estarían) en Finanzas», si no que los editores «(hicieran) lo que quisieran», pero que esas eran las «instrucciones precisas de Rogelio Ortega Martínez» porque ya no hay recursos para prensa, cuando es de todos conocidos que hasta los «periodistas» y corresponsales de Facebook y Youtube (osea, esos que no tienen medio de comunicación alguno ni saben redactar siquiera una nota informativa de lavaderos, mas que estafar con publicaciones que realizan en redes sociales) se han congratulado con Misael Habana por haberles sostenido sus apoyos económicos («chayos») contraídos con la pasada administración.

Nos vemos en la necesidad de hacer pública la presente aclaración y donación de nuestros adeudos publicitarios para completar el salario de Misael Habana, que asegura usted también le recortó, para evitar rmalos entendidos tanto con su administración como con el Sr. Habana de los Santos, y para dejar en claro la relación prensa-gobierno que existirá a partir de esta fecha con su gobierno, sin rayar en la bajeza periodística ni las confrontaciones personales con su vocero por propuestas indecorosas fallidas. ´

Sr. Ortega:

Dejamos muy en claro, también, que nuestras denuncias solo cumplen su objetivo de informar, no de chantajear. No buscamos un convenio publicitario con su gobierno, mucho menos «chayotes» ni los privilegios ni las benevolencias de su vocero, Domingo Misael Habana de los Santos. Nosotros vendemos espacios publicitarios a quienes por voluntad propia deseen anunciarse en nuestro portal www.efectoespejo.com, pero estas relaciones comerciales se dan en el estricto apego de la etica y el profesionalismo, libre de chantajes o extorsiones, y en ese tenor estamos a sus órdenes, pero sin los caprichos ni polítcas ridículas personales de Habana de los Santos. En caso contrario, no pasa nada: Usted se dedica a hacer lo que mejor sepa hacer como gobernador interino de Guerrero, y nosotros a lo que mejor sabemos hacer en el periodismo: «poner sal y limón en las llagas sociales, a señalar con puntos y comas las tropelías de los simuladores y a informar con apego constitucional los hechos noticiosos de nuestro entorno».

Misael Habana está acostumbrado a menospreciar a los periodistas que para él no son de su clase por no haber estudiado en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde cursó su licenciatura en Comunicación Social pero no aprendió ni el significado de la palabra «hipérbole».

Para Misael Habana los periodistas brillantes son los que leen los libros que él lee, escuchan la música que él escucha y se acomodan a su estilo de vida libertino y misógino que el llama «cultura social». Misael Habana, además de caracterizarse como hostigador laboral y un auténtico bandido como servidor público, lejos de ser el periodista mas «brillante» de Guerrero es el principal depredador de la libertad de expresión y el principal represor de los derechos de los periodistas, pero navega con doble moral y repta según sus intereses, sin importar si traiciona a un amo u otro con tal de saciar sus «caprichos».

No obstante, los editores de Efecto Espejo conocemos la dignidad y esta no tiene precio ni se compra con propuestas indecorosas; y en cuestiones culturales podemos aceptar el reto de demostrar que la brillantez de Misal Habana de los Santos es cuestión de crisis cultural, precisamente, y cuestión de autoestima, porque todo ser humano merece respeto, sin importar su condición académica o estatus social,

Lamentamos, a título personal, la designación de tan «brillante» personaje como protector de imagen de su gobierno, señor Rogelio Ortega Martínez, pero sus decisiones merecen nuestro irrestricto respeto.

Atentamente,
Alejandra Romero
Directora Gerente de Efecto Espejo
www.efectoespejo.com