Gustavo Alarcón | El Gran traidor
Contexto Político
» EFRAÍN | FLORES IGLESIAS
) efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Siempre soñó llegar a la presidencia municipal de Chilpancingo. Lo intentó desde que era militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y después por Morena y el PAN. Y nada de nada.
Ganar elecciones y gobernar, no es su fuerte. Lo suyo es atender enfermos en hospitales públicos y en el sanatorio “América”.
Al igual que su fallecido padre, Saúl Alarcón Abarca, presidente municipal de Chilpancingo en el trienio 2002-2005, Gustavo Alarcón Herrera es médico de profesión.
El jueves 10 de octubre de 2024 y a escasos cuatro días de que el alcalde Alejandro Arcos Catalán fuera asesinado, Gustavo Alarcón acudió a la sede del Congreso del estado para rendir protesta como la nueva cabeza del Cabildo de Chilpancingo. Y lo hizo bajo la sombra del miedo y con el compromiso de sacar adelante el trabajo que inició Alejandro Arcos.
“Por Chilpancingo y por Alejandro, sí protesto”, señaló el nuevo presidente de Chilpancingo ante los legisladores de los diferentes grupos parlamentarios y representaciones de partido.
Uno de los primeros compromisos que hizo públicamente Alarcón Herrera fue no realizar cambios en el gabinete municipal.
¿Y qué creen? Mintió.
Sus palabras se los llevó el viento.
Más del 60 por ciento de los funcionarios que designó Alejandro Arcos en los seis días en que ejerció el poder, han sido removidos de sus cargos.
Al PRD, fuerza política en el que durante una década militó su predecesor en el cargo, le dio inmediatamente la espalda.
Gustavo Alarcón no sabe respetar acuerdos políticos. Es un malagradecido y mitómano.
Sólo busca satisfacer sus intereses políticos y personales. Y se entiende. No le costó nada llegar al poder.
Miles de chilpancinguenses que votaron por la coalición PRI-PRD-PAN en la elección pasada están muy decepcionados, ya que el proyecto de Alejandro Arcos no se materializará en estos tres años, pues es evidente que Gustavo Alarcón tiene otro objetivo, que nada tiene que ver con el renacimiento de Chilpancingo.
Es claro que el alcalde capitalino no está preparado para gobernar, ya que no tiene estatura política ni moral. Le quedó grande la silla.
Su equipo de colaboradores tampoco le ayuda para dar solución a los graves problemas de Chilpancingo. Es más, la mayoría de ellos son igual de improvisados que él.
El doctor Gustavo Alarcón dilapidó en poco tiempo el buen prestigio que durante muchos años construyó como médico y miembro de la sociedad civil. El poder lo mareó.
Bien lo decía el ex presidente Andrés Manuel López Obrador durante sus “Mañaneras” en el sexenio pasado: “El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”.
Chilpancingo merece un mejor destino y no incertidumbre ni gobernantes irresponsables.
Alejandro Arcos sí tenía un buen proyecto para Chilpancingo, pero mentes perversas le arrebataron la vida. Con aciertos y errores dio lo mejor que pudo en los seis días que le permitieron gobernar a la capital del estado.
Gustavo Alarcón, en cambio, sólo se la está llevando de a muertito.
El respeto que muchos ciudadanos de Chilpancingo le tenían, lo ha perdido.
Es un secreto a voces que un consanguíneo directo de él toma muchas decisiones en el Ayuntamiento.
Traicionar la memoria del personaje que confió en él para ser su suplente en la planilla para la Presidencia municipal, es demostrar su falta de seriedad política.
Gustavo Alarcón no puede con los problemas de Chilpancingo. Está muy limitado y doblegado con quién sabe quién.
Más que presidente municipal parecer ser un empleado más de “Perritos felices”.
En el pasado trienio se padeció de un gobierno municipal irresponsable en Chilpancingo, ya que la persona que gobernó en ese entonces privilegió más las pachangas y la confrontación con diferentes sectores sociales, peleándose incluso, con los dirigentes de su propio partido: Morena.
El doctor Gustavo Alarcón tenía todo para ser un buen presidente municipal, pero su ambición por el poder lo cegó. Y no parece que tenga la intención de corregir el rumbo.
) acapulcopress.com
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Detectan 300 aviadores de Otilia en Chilpo
* Entre 5 mil a 25 mil pesos mensuales cobran los falos empleados heredados por la exalcaldesa morenista al ayuntamiento de Gustavo Alarcón Herrera; pese a este incidente, están garantizados los salarios de los trabajadores municipales
» Marcial | Campuzano
CHILPANCINGO, Gro. * 31 de octubre, 2024
) Especial
Derivado de una revisión preliminar, el área financiera y de control de personal del ayuntamiento de Chilpancingo, detectó a los primeros 300 «aviadores» distribuídos en distintas oficinas de la administración municipal que presuntamente heredó la ex presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez, quienes tienen sueldos fijos que van hasta 25,000 pesos mensuales.
El área financiera de la comuna informó lo anterior, y resaltó que está garantizado el pago de salarios a los trabajadores adscritos en la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, quienes realizaron una protesta en demanda del pago de sus remuneraciones.
Por inicio de administración, las nuevas autoridades municipales iniciaron una investigación para depurar la plantilla laboral, con el fin de proteger los salarios de la base trabajadora.
Ante la suspensión de labores por parte de trabajadores de servicios públicos en demanda del pago de sus quincenas, el ayuntamiento confirmó que en las próximas horas se cubrirán los salarios del personal activo. Previamente se realizará una revisión exhaustiva de la nómina para identificar a posibles «aviadores».
Hasta ahora han sido detectados más de 300 personas que recibían pagos sin desempeñar labores, 30 de las cuales pertenecen a Servicios Públicos con sueldos mensuales de hasta 25,000 pesos, frente a los menos de 5,000 pesos que percibe la mayoría de los trabajadores.
El colapso financiero del gobierno municipal ha sido atribuido al peso de una nómina que consume el 90 por cierto del presupuesto, que ha dejado escasos recursos para obras y servicios.
Dentro de los casos reportados, se encuentra un fotógrafo de la administración anterior que se reincorporó en octubre con un sueldo de 20,000 pesos, lo cual generó indignación entre la base trabajadora.
El proceso de depuración de la nómina es necesario para reorientar los recursos, y cumplir con las obligaciones salariales de los trabajadores legítimos, asegurando así la estabilidad financiera y la continuidad de los servicios públicos en Chilpancingo.
) www.acapulcopress.com
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