Policía Federal sabía con anticipación del ataque a normalistas
] CIUDAD DE MÉXICO. * 15 de julio de 2020.
| Infobae.
A casi seis años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ocurrida entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero; y ante las nuevas investigaciones del gobierno, comienzan a salir a la luz elementos que confirmarían el involucramiento de las fuerzas federales en los acontecimientos.
La periodista Anabel Hernández, quien ha realizado una extensa investigación sobre los hechos que quedaron plasmados en su libro “La verdadera noche de Iguala”, publicó en el portal Aristegui Noticias un informe -hasta ahora secreto- de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal (PF), que revela nueva información sobre el caso Ayotzinapa basada en interrogatorios y pruebas de polígrafo practicados en 2015 y 2016 a elementos de la PF adscritos a Iguala y a un alto funcionario de oficinas centrales de la corporación.
Hernández señaló que la investigación (la cual duró dos años) dirigida por la comisaria María Luisa Saucedo López, entonces titular de la Unidad de Asuntos Internos, descubrió que la PF tuvo información anticipada del ataque contra los normalistas y que los federales actuaron contra los estudiantes desde el inicio del ataque en la Central de Autobuses de Iguala.
En entrevista con Carmen Aristegui para su espacio radiofónico, Anabel Hernández aseguró que con este documento fechado el 14 de septiembre de 2017 y el cual fue entregado al entonces comisionado General de la Policía Federal, Manelich Castilla Cravioto, se confirmó la participación de los federales en el ataque perpetrado en el llamado puente de El Chipote, y ahora se sabe, existen imágenes que muestran la interacción de éstos con policías municipales esa noche.
La periodista aseveró que los elementos de la Policía Federal sabían del ataque, incluso horas antes de que este ocurriera, por lo que llegaron hasta la Central de Autobuses del centro de Iguala y persiguieron a los normalistas después de que secuestraron varios camiones en los que pretendían trasladarse a la Ciudad de México para participar en las manifestaciones del 2 de octubre. Hasta ahora se sabía que en esa primera persecución habían participado policías municipales de Iguala.
La Unidad de Asuntos Internos también descubrió que los policías federales Victor Manuel Colmenares Campos y Emanuel de la Cruz Pérez Arizpe participaron en esa persecución. Además Pérez Arizpe y el policía federal Alfonso Ugalde Cámara confesaron haber estado en el llamado puente de El Chipote esa noche junto con otros elementos.
Anabel Hernández resaltó que esto confirma la información del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y lo dicho por un testigo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien en 2016, reconoció físicamente a Colmenares Campos y Pérez Arizpe como dos de los policías que estuvieron presentes en el ataque ocurrido en el puente, ubicado en las inmediaciones del Palacio de Justicia cuando estudiantes que viajaban en el autobús Estrella de Oro 1531 estaban siendo desaparecidos.
Entre los normalistas de ese grupo estaban Alexander Mora y Christian Alfonso Rodrigez Telumbre, los únicos dos de los 43 normalistas cuyos restos han sido encontrados, cada uno, en lugares distintos.
La periodista destacó que gracias al documento obtenido, se revela por primera vez que existían imágenes en poder de la PF que muestran a policías municipales dialogando con policías federales al lado de uno de los autobuses en los que viajaban los estudiantes esa noche.
Además -destacó- a través del llamado detector de mentiras, la Unidad de Asuntos Internos supo que el titular de la Estación de la PF en Iguala, Luis Antonio Dorantes Macías y los elementos Andrés Jerez García, Víctor Manuel Colmenares Campos, Emanuel de la Cruz Pérez Arizpe, Francisco Javier Alcaraz Ocampo -todos adscritos en la PF de Iguala- “formaban parte de la nómina de la delincuencia organizada”. Los cuatro estuvieron activos la noche del ataque y desaparición.
Hernandez señaló que la prueba del polígrafo también puso al descubierto que mandos a nivel nacional de la Policía Federal tuvieron conocimiento de los hechos en tiempo real, sin que se conozca hasta ahora cuáles fueron sus órdenes, y en días posteriores al 26 y 27 de septiembre de 2014 fueron cómplices en la destrucción o pérdida de pruebas.
La periodista destacó que la Unidad de Asuntos Internos de la PF solicitó a través del oficio PF/UAI/1806/2017 dirigido a Manelich Castilla, el inicio de procedimiento administrativo y la suspensión temporal de los elementos: Leticia Bahena Nava, René Diazleal Hernández, Carlos Guadalupe Cervantes Cervantes, Jorge Alberto Cruz Pérez, José Carlos Hernandez Romero, Victor Manuel Colmenares Campos, Arturo Gómez Gómez, Francisco Javier Alcaraz Ocampo, Emanuel de la Cruz Pérez Arizpe, Rubén Figueroa Castrejón, Marco Antonio Pérez Guzmán, Otilio Salgado Barrios, Alexsander (sic) Esquivel, y Alfonso Ugalde Cámara. Pero nada pasó.
El pasado 7 de julio de 2020, las autoridades federales dieron a conocer que fueron encontrados los restos de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, quien fue identificado por el Instituto de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
El lugar del hallazgo fue a 800 metros del Río San Juan y del basurero de Cocula, donde según las investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy FGR) habrían sido incinerados los normalistas, lo cual fue denominado como la “verdad histórica”, la cual fue dada por concluida por el actual Fiscal general, Alejandro Gertz manero el pasado 30 de junio de 2020, mismo día que dio a conocer que Tomás Zerón de Lucio ex titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y arquitecto de esta “verdad” ya es buscado por la Interpol. Días después, el canciller Marcelo Ebrard confirmó que Zerón de Lucio fue ubicado en Canadá. .
Desde que la PGR notificó la identificación de Alexander Mora Venancio, en diciembre de 2014, y la de Jhosivani Guerrero de la Cruz, en septiembre de 2015 (la cual no fue aceptada por los padres de los normalistas), no se había encontrado algún resto de los jóvenes estudiantes.
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El Santo Oficio – «¿#TodosSomosAyotzinapa?»
El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
] Twitter e Instagram: #MrPapazito
Sí, impresionantes movilizaciones nacionales e internacionales a favor de #TodosSomosAyotzinapa (me deslindo de ese «todos», pues yo sí tengo conciencia, memoria y curiosidad por investigar para normar mis criterios), sin embargo, queda la duda: ¿es el camino correcto, sumarse a una chusma carente de verdad, que pide justicia donde por ley no puede haber justicia, solo aplicación de criterios y la ley, se tope con quien se tope, como dice Enrique Peña Nieto?
¡Alto! Aún no me crucifiquen: ¡Jamás estaré de acuerdo con una masacre, jamás aplaudiré una injusticia, jamás podré palpar el dolor real de un padre por la pérdida de un hijo! Pero, ¿nos sumaríamos en tropel a defender al crimen organizado?
Menos irónico, aún: ¿nos quedaríamos cruzados de brazos si fuéramos testigos del secuestro, robo o amenazas de un amigo, un conocido?
¡Eso es a lo que se dedicaban los muchachos de Ayotzinapa!
¿Pedir justicia a favor de quienes no sabían –deliberamente– de justicia es congruente?
Justo 48 horas previas a los lamentables hechos de Iguala, militares y policías estatales impidieron el robo, el secuestro, de autobuses del transporte público que los buenos muchachos de la Escuela Normal Rural «Isidro Burgos», de Ayotzinapa, aseguran solo querían tomar ‘prestados’ para trasladarse a Iguala y luego a la marcha nacional conmemorativa al #2deOctubreNoseOlvida .
¿Cuantas denuncias penales por «robo, secuestro, ataques a las vías de comunicación» y hasta «homicidio» ha mantenido reservadas la justicia estatal? ¡Hablamos de delitos federales, no del orden común!
Mejor aún, ¿dónde han estado esos padres que hoy lloran la muerte de sus hijos porque que nunca supieron o nunca quisieron intentar educar, aconsejar, para que se alejaran del peligro?
No quiero herir más susceptibilidades, mejor solo me deslindo: «¡Yo también quiero paz y justicia social en Guerrero!», pero con estos antecedentes, #YoNoSoyAyotzinapa… lo lamento.
Y para quienes me han preguntado, respondo: Ángel Aguirre jamás ha intentado coartar mi libertad de expresión ni con «afectos» económicos ni con afectos amistosos.
En 28 años de periodismo activo en medios impresos de circulación nacional, estatal y regionales, jamás nos han hablado de parte del gobierno para decirnos «calla esto», «difunde esto» u «omite esto», como ocurre con el grueso de periodistas acreditados en Guerrero, y eso es digno de respetarle al mandatario estatal.
No obstante, no ha sido fácil, pero tenemos la calidad moral para decir las cosas como tal, sin rayar en apasionamientos ni posicionamientos aventurados, siempre apegados a una ética periodística propia de quienes sabemos escudriñar los hechos y tener presentes que como periodistas no nos corresponde ser jueces, jurados ni verdugos de los acontecimientos políticos y sociales, sino simples interlocutores de noticias, verdades, crónicas y/o sucesos, sin incitar a las masas ni provocar el morbo para ganar lectores ni seguidores.
No, #YoNoSoyAyotzinapa, lo lamento… mi solidaridad irrestricta con el dolor ajeno, pero he expuesto mis razones: si me voy a quedar sin amigos (virtuales, principalmente) ni modo; seguiré agradecido con quienes piensen no como yo, pero al menos con quienes estén dispuestos a anteponer las pasiones y los prejuicios antes de sumarse a una causa a la ligera.
www.efectoespejo.com
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